La
hecatombe social y económica que vive España es producto de unas determinadas
políticas fruto de una orientación ideológica que bebe en las aguas del
capitalismo neoliberal; siguiendo las tesis de la escuela de Milton Friedman
que han llevado a la ruina a países enteros allá donde ha puesto sus
tentáculos. Las tesis principales de su ideario ideológico y económico se
centran en la apertura total e incontrolada de los mercados; la desregulación
de toda regla para capital extranjero; la privatización de empresas estatales e
instituciones que prestan servicios sociales; todo ello reduce hasta ámbitos
irrisorios el papel del Estado en los gastos sociales; la lucha está en
controlar la inflación; para ello además se flexibiliza totalmente el mercado
laboral favoreciendo el despido, aumentando exponencialmente la precarización,
conteniendo y reduciendo los salarios, destruyendo la capacidad negociadora de
los sindicatos de clase a favor de una sociedad fragmentada y atomizada mucho
más individualista, sumisa y controlada.
Desde
los años 70 estas políticas se han ido implementando desde América Latina,
pasando por África, el sudeste asiático, tras la caída del muro de Berlín y de la URSS en todos los países de
su órbita; donde es significativo como la esperanza de vida disminuyó, la
mortalidad aumentó así como la exclusión social y el incremento de las
desigualdades; y todo esto sin el apoyo democrático de sus poblaciones, y en
muchos casos, perpetrado con engaños, represiones, golpes militares, matanzas;
etc.
Este
capitalismo “salvaje” o neoliberal viene apoyado por instituciones financieras
como el FMI y el Banco Mundial, comerciales como la OMC o militares como la OTAN; todo ello protegido por
los diferentes gobiernos norteamericanos.
En
Europa la creación de la actual Unión Europea tiene sus raíces en estos
postulados ideológicos, políticos y económicos con lo que cualquier atisbo de
Europa Social es pura coincidencia.
Los
bancos, las grandes empresas, los mercados financieros que especulan con la
economía mundial como si de un juego de cartas se tratara, todo ello con
impunidad y alejados de cualquier norma democrática que se aprecie donde las
clases pudientes se parapetan en este sistema esclavizando, empobreciendo y
sometiendo salvajemente a las clases populares.
Si
el sistema capitalista ya es de por sí cruel, tiránico, inhumano donde se busca
la ganancia por encima de todo a costa de la explotación del trabajador, aquí y
ahora se produce una vuelta de tuerca más despojándolo de todos los elementos
reguladores que se desarrollaron a partir de la Segunda Guerra Mundial en el
lado occidental para apaciguar posibles intentos revolucionarios siguiendo los
pasos de la URSS.
En
España nos encontramos ante este torbellino neoliberal que reproduce los
cánones ya conocidos y que sólo nos llevan al suicidio colectivo.
Si
no queremos que la pobreza vaya aumentando, que la sanidad, la educación, la
vivienda, las pensiones… nuestra vida en general se privatice y quede en manos
de la minoría privilegiada que explota, excluye, roba y mata no veo otra salida
que crear espacios fuera del ámbito capitalista para volver a ser humanos,
totalmente humanos.
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