El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Heil Bolsonaro

En Brasil ha ganado la ultraderecha personificado en un personaje siniestro llamado Jair Balsonaro o Heil Bolsonaro. Una oleada de represión a campesinos, a trabajadores, un nuevo huracán de privatizaciones y un retroceso a las libertades sociales y democráticas, si es que algo había quedado, es lo que se espera de las hordas ultraliberales fascistorras de este personaje y sus sicarios. ¿Pero qué ha pasado si gobernaba una supuesta izquierda de la mano del Partido de los Trabajadores?. Lo de siempre; una élite gobernante que utiliza las instituciones para corromperse, medrar, robar y enriquecerse. Seguir los modelos neoliberales; dar una pincelada socialdemócrata a sus mandatos y seguir al pie de la letra lo que mandan las élites capitalistas que son las que detentan el poder real. El descontento que crece, las desigualdades que siguen aumentando y la izquierda institucional que es la derecha con un toque simpático. Y el fascismo ante la ausencia de políticas de verdadera transformación social se adelanta por la derecha y su extrema y así tenemos a los bolsonazos, los macris, los trump y los que vienen. Miremos a Grecia y el triunfo de Syriza y lo que fue su nuevo aire contra el austericidio de la UE, su no pago de la deuda, su rescate a las personas y, al final, todo se quedó en agua de borrajas. El tal Tsipras resultó ser un alumno aventajado de la Merkel; cometió más felonías sociales y económicas que ni el pasok en sus peores momentos. Aprobó un referéndum contra el saqueo social promulgado por la troika europea y como la gente votó a favor de su vida y en contra de la privatización y lapidación de su pueblo pues el tal Tsipras se pasó el resultado del referéndum por el forro e hizo lo que le dijo la UE y condenó a la miseria a millones de trabajadores griegos. Y aquí en España los podemitas más de lo mismo; van cambiando su programa según pasan los días y al final sólo les queda fusionarse con el pesoe. Porque entre la marca blanca y el original con quién quedarse. Si fuera socialdemócrata o social-liberal no tendría duda. Todo forma parte del mismo engaño democráticamente neoliberal. Y al final la semilla fascista y totalitaria va creciendo y nos vemos envuelta en ella. El capitalismo homicida hace que en todas partes se imparta la misma medicina asesina de políticas a favor de los intereses de los poderosos y en contra del bien común; el beneficio económico es lo único que cuenta. Y ante la crisis económica, social y ecológica perpetua que padecemos las democracias liberales ponen en el mercado a una serie de gestores para que administren la barbarie y a nosotros nos corresponde elegir a nuestros saqueadores y así ponemos nuestra semillita legitimadora del régimen en forma de papeleta.