El
partido de las mantillas, la corrupción, los legionarios de cristo,
el privilegio, el orden y la ley de los poderosos están metidos en
disputas para ver quién ocupa el trono de las gaviotas y los
aguiluchos. Uno de los pretendientes del cara al sol, llamado Pablo
Casado, visitó el otro día Galicia para recibir la unción del
narcopresidente Feijóo. Hasta aquí nada destacable en sus mundos
del valle de los caídos. Pero hete aquí que el tal Casado, que
igual se saca un máster en dos segundos que regurgita putrefacciones
cristofascistas de su linda boca en menos de un microsegundo, mandó
un twit agradeciendo al amigo presidente de narcotraficantes su
compañía y apoyo; el texto de agradecimiento iba acompañado de una
foto donde salen el susodicho Casado seguido por tres compañeros
de viva el mal viva el capital. La cuestión es que entre la foto
real y la mandada hay una diferencia de bulto. Parece ser que la
instantánea no fue del agrado de los casados y compañía porque en
la fotografía tomada en la calle mientras paseaban se ve como pasan
al lado de una persona indigente que está pidiendo limosna. Recortan
al pobre porque afea el twit. Toda una metáfora de lo que son esta
gente amiga del tráfico de influencias, de la mercantilización de
los bienes públicos y de la economía criminal como garante de
expolio de derechos para las capas populares de este país.
LA
POLICÍA AUTONÓMICA CATALANA, los macarras d´esquadra, ya tienen
bajo su cinto las pistolas eléctricas Táser; en esta comunidad se
declararon ilegales el uso de pelotas de goma que dejaron a personas
tuertas y a sus verdugos sueltos o condecorados. Para suplir la
pérdida de las pelotitas de rigor han aprobado el uso de estas
pistolas que mataron a 269 personas en EEUU durante los años 2001 a
2007. Toda una declaración de intenciones asesinas.
