Detrás
de la publicidad televisiva de multinacionales asesinas como Nestlé se esconde
la esclavitud más inhumana de niños africanos. Aparecen caras sonrientes,
familias felices en casas asépticas y vidas burguesas para que el incauto espectador
compre el producto y vea como esas formas de vida ilusorias son el dogma a
seguir. La dominación ideológica del capitalismo tiene un instrumento más de
control mental en el circo publicitario. Nos piden que consumamos lo que no
queremos y nos presentan el sistema dominante actual como el único e
insustituible. Un nuevo mecanismo de terror para mantener a las personas
desarmadas, alienadas y vencidas.
Y
detrás de todos esos mecanismos de publicidad hay grandes corporaciones que
dicen lo que tienes que comer, como debes vestir y malvivir y ellos te lo
empaquetan y te lo venden mientras te esclavizan, te envenenan.
Vean
si no anuncios de chocolate de la marca mencionada o de Mars o Godiva o tantas
otras y si tiramos toda esa farsa de luces, sonrisas estúpidas y familias
felices vemos a niños esclavizados en plantaciones de cacao trabajando entre 80
y 100 horas semanales. Laborando sin descanso a base de palizas y humillaciones
varias. Una niñez que viaja en el tren de la muerte. Un genocidio infantil que
tiene responsables con sus nombres y apellidos; los jerarcas que dirigen estas
empresas del crimen. De esta forma tan clara lo explica uno de los chavales,
Aly Diabate, que trabajaron en estos
campos de exterminio “Las palizas eran una parte de mi vida… Siempre que te cargaban con sacos (de granos de
cacao) y caías mientras los transportabas, nadie te ayudaba. En lugar de eso,
te golpeaban y golpeaban hasta que te levantabas de nuevo”.
Nestlé, Hershey, Mars, ADM Cocoa, Godiva, Fowler´s
Chocolate y Kraft son las empresas que utilizan trabajo infantil esclavo para
producir chocolate.
Y lo mismo sucede con la industria electrónica donde multinacionales como Apple, Sony y Samsung adquieren el cobalto para fabricar los
componentes electrónicos a través de la esclavitud infantil donde infantes de
siete años en adelante “trabajan” en las minas de la República Democrática
del Congo extrayendo este mineral en jornadas que van hasta las doce horas
diarias y, mientras tanto, este sistema hipócrita, mortal, esclavista realizando
películas infames, hagiografías sobre los matarifes que controlan o han
controlado estas empresas o se presentan a estos personajes como dignas
personas a seguir. Deleznable. Por no hablar de la industria textil y tantas
otras dentro de esta aberración llamada capitalismo.
Banqueros. Financieros. Publicistas. Mercaderes de
carne humana. Ejecutivos. Recursos Deshumanizados… Abolición de estos ¿trabajos? que lo único que
producen es destrucción, asesinatos en masa.
Trabajar todos para el bien común aportando nuestras capacidades y que cada uno reciba según sus necesidades. Derecho al
bienestar y abolición del trabajo asalariado… Pero continuamos con el mundo al
revés.