Mujer. Tu cuerpo pertenece a Dios y a las Águilas Imperiales. ¡Viva Franco!

El Gobierno del corrupto y criminal régimen borbónico que secuestra esta España donde malvivimos como podemos ha dado una vuelta de tuerca más contra los derechos sociales que se encuentran en plena hoguera inquisitorial al borde de la extinción. Esta vez el cuerpo de la mujer ha sido el atacado. Lo han violado, ultrajado, manoseado esa cohorte de fascistas y ladrones de las cruces y los fascios capitaneadas por ese escupitajo de las gaviotas, ese mentiroso contumaz, esa nulidad mental que tenemos como presidente del gobierno neofranquista actual; y bajo la batuta del Ministro de Injusticia; el cigoto regurgitado del vientre putrefacto de Franco llamado Gallardón han aprobado la reforma de la ley del aborto que atenta contra los derechos de la mujer, que ametralla la inviolabilidad de su cuerpo. Se vuelve a retroceder treinta años. Tan sólo será posible abortar en caso de violación o cuando esté en riesgo grave la salud física o psicológica de la mujer.

Mujer otra injusticia más. Otro puñetazo a vuestra dignidad, un golpe certero y brutal en todo el estómago. Es su cuerpo, ellas deciden si desean llevar adelante un embarazo o no. Volveremos a las visitas en clínicas clandestinas con el riesgo que eso conlleva para sus vidas. A los viajes a Londres para poder abortar. Se viola, se ultraja, se apalea, se culpabiliza a la mujer. Y si perteneces a las clases populares y el dinero te impide poner fin al sufrimiento que padeces; el Estado opresor, ultraconservador, patriarcal, nacionalcatólico ya ha decidido por ti. Las hordas bárbaras salidas de la vagina abyecta del Opus, de los Legionarios de Cristo ya te han señalado el camino del ostracismo, la persecución, los yugos y las flechas. Han mercantilizado tu cuerpo, porque no nos engañemos, a las mujeres obreras las condenan mientras que las de las clases privilegiadas podrán ejercer este derecho sepultado aquí en otro país mientras pagues; negocio al canto.

Nada nuevo que sorprenda en este día donde se oyen los cánticos del “cara al sol” cada vez más potentes, estridentes, ensordecedores. Y a la camorra cristofascista se le une al coro todas las ladillas que saquean los bienes de este descuartizado país. De qué se reiría el sinvergüenza presidente de Iberdrola cuando le preguntaban, periodistas de la Cadena Ser,  sobre la subida de la luz; se mofaba del robo a que estamos siendo sometidos por un bien de primera necesidad privatizado por el criminal de guerra Aznar para beneficio suyo y del empresariado corrupto, o de las casi dos millones de familias que carecen de electricidad padeciendo frío y viviendo a oscuras porque no pueden pagar a la mafia. Se reía a carcajada limpia y ¡zas! desaparece el audio y sus mofas porque claro, el canalla, además es consejero de Mediaset, que engloba entre otras a la cadena Ser, y se esfuma la prueba del delito. El capitalismo criminal en esta finca ultraliberal de las Hispanias y sus reinos de taifas que controla medios de comunicación y parlamentos. La desinformación, el engaño y el latrocinio al pueblo trabajador la santísima trinidad que nos viola sin demora y sin pausa.

Y el sátrapa coronado preparando un nuevo discurso, una nueva oda al cinismo, un nuevo canto a la perversión, un viejo alegato a favor de los opresores, los homicidas y las oligarquías que mercadean con nuestros sueños. Una nueva y vieja burla a los desahuciados, a los esclavizados, a los explotados, a los niños hambrientos, a los que faltan porque los han matado, a los que matan porque nos han robado la sanidad, a los que no pueden estudiar, a los republicanos que siguen enterrados en las cunetas los asesinan todos los años, a las mujeres,  a todos nosotros, se ríe con sus lujos robados junto con su camarilla cortesana de la casta política, empresarios delincuentes, banqueros… ¿Recuperaremos la belleza mutilada, secuestrada, amortajada?. Demos la palabra al asesinado por coronas, servidumbres, explotaciones, ultrajes, capitalismo… Démonos la palabra y las balas como verso y estocada para que acaben con esos corazones sin latido.