Ante
la situación de descalabro que vivimos. Tiempos de confinamiento
forzoso. El virus se expande dejando la sanidad al borde del colapso.
Una sanidad privatizada, mercantilizada, desguazada, degollada por la
basura política neoliberal que nos ha robado desde los distintos
gobiernos existentes en el Estado. El actual gobierno progre del
capital está a las órdenes de los grandes poderes piratas empresariales,
financieros, bancarios para que el derribo económico lo paguen las
capas populares y ellos sacar beneficios millonarios gracias al
latrocinio de lo público. Cuando las calles vuelvan a tener vida se
debe hacer pagar a los poderes fácticos el crimen cometido. A día
de hoy ni se ha nacionalizado la sanidad, ni la banca, ni se ha
aprobado ningún presupuesto de justicia económica para los
trabajadores que son las víctimas de toda esta sinrazón. Si se
sigue por la derivada de asesinar al desheredado, robar los recursos
naturales de los países del sur; en definitiva; seguir con la
economía criminal que mata lo humano y nos degrada a simple
mercancía, consumidores, productores, objetos desechables; la trama
mafiosa dará un nuevo giro tiránico a estas democracias fascistas
que padecemos y la siniestra historia la pagaremos los de siempre.
Sin poner en jaque al trabajo asalariado, el crecimiento económico
que envenena la tierra y nuestros corazones, las privatizaciones de
los bienes públicos que dan lugar al expolio a las clases obreras y
lucra obscenamente a las capas parasitarias privilegiadas; sin la
socialización de los medios de producción, la redistribución
radical de la riqueza... nada cambiará; seguiremos ahogándonos en
la miseria. Sin un humanismo libertario, sin un comunismo global
seguiremos en un modo de vida esclavo que nos aboca hacia la
autodestrucción.
