El Lince Rojo: El virus mortal capitalista

miércoles, 11 de marzo de 2020

El virus mortal capitalista

No hay mayor virus genocida que el capitalismo. Este sistema dominante que sangra las espaldas de las capas populares mata cada cinco segundos a un niño en el mundo. Muertes que se podían evitar. Infantes que mueren por enfermedades curables, por inanición, por la avaricia acaparadora y saqueadora de la economía criminal que domina nuestro planeta. De este virus atroz los medios de desinformación masiva no hablan. Están al servicio de lo que mandan las grandes empresas acaparadoras, especuladoras, financieras, terroristas del gran capital. Ellas dictan y el lacayo con altavoz mediático escupe la mentira, la manipulación, la ideología del poder imperante. Nadie habla del modo de vida esclavo que padecemos que sólo en España deja más de 600 fallecidos al año mientras van, vienen, están en su puesto de trabajo. Trabajo que se convierte en un arma mortal. Ni de los suicidios diarios que se producen en este país que en la mayoría de los casos son por motivaciones socioeconómicas; diez personas al día deciden que esta puta vida no merece vivirla. Ni rastro de este fracaso de la sociedad en los canales de intoxicación capitalistas.

Aquí el mayor coronavirus lo tenemos en la familia borbónica. Siglos entre nosotros sin poder erradicar esta plaga corrupta, comisionista y ladrona que está anclada en los resortes del poder y que no hay manera de extirparla y abolirla definitivamente.

Decía Ernesto Guevara que el capitalismo es el genocida más respetado del mundo; y aquí seguimos con el mismo virus mortal mientras va creando pequeños hijitos infecciosos para mantener al ser humano encadenado en el pánico y seguir con el dominio imperialista y el latrocinio a los desheredados, a la naturaleza y a todo lo vivo que hay a nuestro alrededor.

3 comentarios:

Piedra11 de marzo de 2020, 20:06
A mi lo que aun no me entra en la cabeza es que haya gente que se crea todo lo que se cree.

Salud!
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mareva mayo14 de marzo de 2020, 18:53
Hay muertos muy incómodos para la clase alta y ésta pondrá todos los medios para silenciar y enterrar en profundas cunetas del olvido, porque si los medios los visibilizaran la gente podría alarmarse, indignarse y volvérsele en contra. En cambio "éste virus extranjero" como decía el Trump les resulta muy amable y generoso.
Aunque lo bueno de éste virus es que puede generar una fractura en un sistema que cada día demuestra su enfermedad, su ineficacia y mortalidad contra todo lo vivo, quizás la sanidad pública recupere territorio y la clase trabajadora y los derechos sociales... si no nos entontecemos más a través del miedo y la neuorisis, que también me da miedo, la lucha social puede salir reforzada.

Siempre un placer leerte. Salud!
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...yo por ellos madre y ellos por mí

A la huelga compañero No vayas a trabajar Deja quieta la herramienta Que es la hora de luchar A la huelga diez a la huelga cien A la huelga madre yo voy también A la huelga cien a la huelga mil Yo por ellos madre y ellos por mí Contra el gobierno del hambre Nos vamos a levantar Todos los trabajadores Codo a codo con el pan A la huelga diez a la huelga cien A la huelga madre yo voy también A la huelga cien a la huelga mil Yo por ellos madre y ellos por mí Desde el pozo y el arado Desde el torno y el telar Vivan los hombres del pueblo A la huelga federal A la huelga diez a la huelga cien A la huelga madre yo voy también A la huelga cien a la huelga mil Yo por ellos madre y ellos por mí Todos los pueblos del mundo La mano nos la van a dar Para devolver a España Su perdida libertad A la huelga diez a la huelga cien A la huelga madre yo voy también A la huelga cien a la huelga mil Yo por ellos madre y ellos por mí

Seamos tierra.

"El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente". M.Onfray

Cuando veo a lo alto de la tarima al filibustero, al amante del dinero, al siervo del poder, al cuentacuentos, al mago de las mentiras y al fornicador de los sueños. Y miro al gran gentío, a la gran masa gregaria adular al demente, al deficiente, al portador de la muerte huyo del tumulto, de los carteles, de la fiesta del sistema, de este baile, de esta náusea, de este aplauso, de esta alienación y de este asentir a los graznidos del que busca el aplauso, la risa de la gente, del estafador, del gran manipulador; el que quiere lisonjas, al que le gustan que le aplaudan, que le alaben, que le adulen.

De entre las piezas rotas que día a día recompongo para restablecer mi maltrecho corazón; intento hallar en la mirada perdida de la belleza secuestrada un motivo para salir de las cloacas y seguir el camino de la libertad perpetua sin reyes, ni siervos, ni estados, ni naciones más que la razón del pensamiento, la fuerza de mis manos, la patria de mi roja sangre, la fortuna del ser y el desprecio del tener, la carcajada tras la muerte del demonio de los cielos y el dios de los infiernos, la solidaridad como arma y fin y la muerte de la genuflexión a todo poder por ínfimo que sea.

Ya es primavera en El Corte Inglés mientras hileras de muerte, personas esclavizadas, niños con futuros devastados levantan estos templos de la inmundicia globalizadora del consumismo capitalista. Y allá a lo lejos vemos un cartel que hace un llamamiento a la banalidad. ¡Corred! Hijos del consumismo en este mundo de apariencias, luces, colores, espectáculos y en el acto final las mentes alienadas danzarán al son que marque la última droga que cualquier gurú hijo de sátrapas nos vierta en las pantallas de nuestras vidas secuestradas.

Mientras camino exhausto por los días que aún quedan por venir. Veo, náufrago de la realidad enjaulada por los detentores del robo y la muerte, el aleteo del quebrantahuesos que libre se pierde en los confines del cielo. ¡Vuela alto, soberbio, sin dioses ni amos ni cadenas que degüellen tu frágil cuello! ¡Aléjate!, piérdete en la naturaleza, vuela dónde quieras y ten cuidado al aterrizar que ya te esperan para declararte la guerra, amordazarte, enjaularte o descuartizarte; pocos quedáis mas no dejes que seas el último en caer. Que el aire te siga acariciando la libertad que te anhelo.

La voz del poder que pretende controlar el pensamiento para que digamos amén a todo, para que seamos autómatas, bueyes, descerebrados, sumisos; no somos más que tuercas de usar y tirar, mercancía a precio de saldo para los guardianes del cortijo imperante; allí va la ideología oficial que se vierte en el desagüe, alcantarilla, televisor, panfleto, escuela para que se escampe la mierda e inunde nuestras neuronas y nos convirtamos en papanatas, en analfabetos funcionales, en palmeros de delincuentes de paraísos fiscales, en aduladores de matarifes en fábricas de la muerte y campos de concentración que cualquier esputo subhumano con SA incluida haya fabricado en Bangladesh u otro país masacrado por las hordas del capital, en aduladores de todo millonario del espectáculo circense de encefalograma plano para mantener las mentes pensantes muertas, en idólatras de un modo de vida esclavo…

Abatido por este andar entre los escombros del bombardeo incesante del ejército enemigo. Miro desolado la destrucción a mi alrededor. Negros parajes, lágrimas al viento que el olvido silenció, casas destruidas que ahogan los gritos fúnebres escondidos en su interior. El corazón oprimido, la tristeza violentando a mi alma y el quejido de mi callada voz intentando salir del presidio que gobierna la tristeza de mi espíritu depresivo y enfermo. Siento el aliento a lo lejos de una flor, de un pequeño oasis de luz, de vida, me agarro a ella en busca de la belleza; la cuido, salto al vacío en busca de agua, la riego, que no se muera; por ella lucho, en ella no hay barbarie, miro a la luz, miro mis luchas siempre inconclusas, siempre necesarias, siempre justas. No te me mueras y anuncia mil primaveras que allí veo mi hálito de vida, la ausencia del esclavo, la virtud de la dignidad, la muerte de la represión, la liberación del ser y el óbito del tener.

Voces ahogadas en el fragor de la noche. Llantos silenciosos que no tienen un minuto de tregua ante la ejecución inminente. Corazones que intentan exhalar un último suspiro de esperanza ante la expiración final. Comida robada y días tristes con juguetes rotos para niños que se abaten azorados por nuestra geografía enladrillada y desahuciada. Esclavos de todo dueños de nada. Francotiradores de ocupación libre en un mundo que a la deriva va. Buscando a la bestia devoradora de carne humana, de tierras enamoradas de la lluvia y el sol, de aguas que se apropian y ni beber podemos y ni cultivos cultivamos, de aires arrebatados y calcinados, de sonrisas acribilladas. El atolladero está cerca, la tierra de nadie es, seamos pistoleros de la paz y del futuro ajusticiado, matemos a la bestia no nos queda otra porque el acantilado anda cerca y hambriento tras nuestros corazones apuñalados.

Campos de exterminio intensivos donde se matan y trocean animales como si de una planta de montaje de coches fuera, agricultura sin agricultores, devorando cerebros, consumiendo mezquindades y evacuando la vida sin vivirla. Millones de seres humanos obligados a la no existencia a la explotación, a la muerte en vida, a ser masacrados en cualquier taller de Bangladesh, Tailandia, China… o donde la jauría depredadora marque con sus garras el exterminio de vidas y paisajes todo bien envuelto en risas, cuerpos de mil gimnasios y rayos uva, chapuzones en piscinas privadas y comidas en salones de lujo que de todo ello la publicidad idiotizante de cualquier medio de intoxicación de masas ya nos vende y nos lo representa en la ideología dominante para mantenernos en el engaño, en la atomización, en la muerte cerebral, en el yo obedezco y siervo soy, en esta mentira de muertos vivientes...

Y cuanta fiesta, mofa y diversión generalizada del poder de la muerte y la usura que hasta te patrocinio un coche de carreras para fastos y premios multimillonarios o ligas de fútbol para disfrute de las masas lapidadas. Mientras tú y yo y la madre que al mundo de las bestias homicidas nos parió viendo como se alaba, se retransmite por mil canales de desinformación e idiotización masiva las bondades de ser esclavo, del fascismo consumista y de mil realidades manipuladas con destellos de luces de neón y vidas fantasmagóricas fabricadas en cualquier centro comercial de destrucción masiva; la vida se nos apaga en trabajos de esencia esclavista en economías sumergidas sin derecho alguno más que el de pernada asegurada, tras mil latigazos y con el sueldo de desprotección social en los bolsillos agujereados no nos queda tiempo de disfrute, de ocio, de libertad añorada ¿dónde estás? Masacrada por el torbellino homicida que estamos padeciendo.

Es por la mañana...

Es por la mañana y nos levantamos con una sonrisa de odio en la boca a buscar trabajos inexistentes o ir a nuestros centros de explotación diaria. Conquistemos el derecho al bienestar que al olvido se fue. Los truhanes que nos hablan de empleos y precariedades hasta el fin de nuestros días nos parlotean también de crecimientos económicos exterminadores de toda vida, de finales de crisis; ¿crisis? Siempre instalados en ella en este averno pague dos y llévese tres en el mejor supermercado de consumo transgénico existente. Crisis y capitalismo ¡Viva la redundancia!. Y este es el Mauthausen diario en el que nos gasean a nada y menos la hora muerta trabajada que al olvido de los infiernos se va

Cuando la conciencia despierte...

Cuando las personas dejen de aplaudir a salvadores de lo necio, a camorristas administradores del régimen criminal que arranca nuestra sabiduría. Cuando alimentemos nuestro conocimiento y seamos libres y no profesemos veneración a patrias, mesías y demás verdugos habrá liberación humana y democracia. Aplaudes a tal o cual candidato, trabajas si es que trabajas ocho infinitas horas diarias para tu enemigo y vas en tropel gregario a un estadio deportivo donde encierran a las masas para que puedan gritar y sentirse hermanados en la zafiedad y en la nada. Bienvenidos a los campos de exterminio, al saqueo de la imaginación y al latigazo diario y mañana a elegir tus representantes en esta cárcel donde sólo toca obedecer… La orquesta de la desigualdad y de la muerte humana va en procesión al jolgorio de las democracias representativas burguesas en este camino al cadalso llamado capitalismo.