El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

martes, 10 de julio de 2012

Tiempos revolucionarios sin revoluciones


La orgía capitalista que sufre este país nos está conduciendo al hundimiento social, económico y moral que está socavando el futuro, las esperanzas y la vida nuestra y de las generaciones venideras. Este descalabro programado por las altas esferas tanto políticas como económicas está pauperizando a la población y, en concreto, a las clases populares que las está llevando a una esclavitud propia de los inicios del siglo XIX.
El acelerón neoliberal que está imponiendo el gobierno ultraconservador del PP es la puntilla a un estado de cosas que viene larvado desde años atrás. El socavamiento y derrumbe final del pírrico Estado del bienestar que teníamos no es más que una serie de circunstancias que vienen desde tiempos de los gobiernos del PSOE con Felipe González.
Reformas Laborales, hasta 50 contando la última, que no eran otra cosa que atentados contra el derecho al trabajo; fomentando la precariedad hasta lo que tenemos hoy en día que es la explotación llevada a sus máximas consecuencias: despido libre, poder absoluto para los empresarios y precarización generalizada para todos los trabajadores; que en la mayoría de los casos, se traduce en sueldos de hambre, condiciones laborales infrahumanas y unas perspectivas de futuro casi nulas, viviendo en el puro y duro presentismo.
Los servicios públicos del Estado en proceso de o ya totalmente privatizados,  mercantilizados para provecho y lucro de unos pocos. Por no hablar de la lapidación, saqueo y vergonzante desguace de la sanidad y la educación transformando el país en una suerte de Estado beneficencia.
Por no hablar de la corrupción generalizada de los tres poderes del Estado, viviendo en una especie de caciquismo versión siglo XXI.
El sistema capitalista neoliberal abanderado por gaviotas y rosas y liderado desde los tiempos de la transición por antiguos franquistas que se elevaron a la cúspide de los altos órganos económicos, políticos y judiciales abrazando OTANES, europeizaciones y atlantismos sin el más mínimo debate, crítica o análisis nos ha conducido hacia este ultraliberalismo aberrante; con los dos sindicatos mayoritarios cómplices con el sistema, totalmente claudicantes.
Todos los medios de comunicación actuando al unísono, auténticos panfletos en manos del gran capital y de los grandes grupos financieros con el poder de manipulación ideológica que eso conlleva. Y con la mayoría de intelectuales de los llamados progresistas que abrazaron el sistema servilmente para ponerse al servicio del poder y ser unos auténticos voceros de la mediocridad capitalista posfranquista.
Y nos encontramos en una situación de barbarie capitalista; donde se dan todos los condicionantes para un estallido revolucionario con la particularidad que la mayoría de la población se encuentra atomizada, asustada o abducida con lo que todo está en una especie de calma tensa, preocupante porque mientras tanto las servidumbres, la esclavitud y la violencia capitalista continúa sin desenfreno.
Pero la resignación o la pasividad ante el latrocinio dirigido por las altas esferas de poder tan sólo nos lleva a ser cómplices del sistema además de aceptar ignominiosamente ser esclavos a perpetuidad.
Si no es por nosotros luchemos, como mínimo, por respeto a las generaciones venideras; porque tenemos la obligación moral de quitarnos las cadenas, en ello nos va la vida.

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