El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

jueves, 5 de julio de 2012

Reconquistemos el Palacio de Invierno


La situación de hecatombe política, social y económica que vive España nos tendría que llevar hacia un nuevo y verdadero camino hacia la democracia. Y este proceso no podría ser de otra manera que auténticamente revolucionario.
La corrupción generalizada e institucionalizada que viven todos los estamentos de poder ha erosionado irremediablemente la democracia y ha derivado en una cleptocracia caciquil que nos retrotrae a etapas anteriores de nuestra historia como la época de la Restauración borbónica de finales del siglo XIX y primer tercio del XX; efectivamente, aquí seguimos caminando y soportando la Corona borbónica y toda la morralla franquista enquistada en el poder económico, judicial y político fruto de una transición dirigida desde arriba que nos llevó a una democracia de baja intensidad y altamente deficitaria que nos ha conducido a estos lodos.
El saqueo económico, laboral y social que está empobreciendo y esclavizando a las clases trabajadoras de nuestro país, engrandando cada vez más las desigualdades tiene sus orígenes mucho antes de la crisis-estafa que estamos padeciendo.
Una ley electoral que beneficia a los dos grandes partidos que se han ido alternando en el poder, con un PSOE claramente escorado a la derecha posicionándose con los postulados neoliberales dinamitando las libertades, la justicia y la democracia en el sentido mayúsculo de la palabra.
Las privatizaciones generalizadas y de sectores puntales para la vida y el desarrollo de este país, un poder ilimitado, desenfrenado y sin cortapisas a la banca, a los grandes empresarios y al gran capital en general favoreciendo procesos especulativos que han lapidado el tejido productivo español; los mismos que controlan todos los medios de comunicación de este país con lo que el poder de manipulación es casi total.
Y ahora la última vuelta de tuerca vendiendo hasta el último rincón del país, privatizando y socavando la sanidad y la educación a favor de intereses empresariales privados y al pago de una deuda ilegítima y antisocial que esclavizan a la sociedad española por generaciones.
Por no hablar de la Reforma Laboral que es la guinda del pastel a un proceso larvado desde la etapa de Felipe González, donde han habido desde entonces 50 reformas todas ellas encaminadas a flexibilizar el mercado de trabajo que ha llevado a un mayor índice de precarización, inestabilidad y servilismo de los trabajadores con todas las consecuencias negativas que ello comporta. Y esta última perpetrada por el PP ya pone en bandeja el despido libre y la precarización más absoluta de todos los trabajadores de nuestro país.
Y como los cangrejos caminamos hacia atrás, hallándonos ya en el siglo XIX, donde la miseria, la explotación y la exclusión están haciendo mella inexorablemente en nuestra sociedad encaminándonos hacia un Estado de beneficencia.
La salida está en proyectos anticapitalistas, de redistribución radical de los recursos y la riqueza, democracia participativa, reparto del trabajo, lucha antipatriarcal, modelos que respeten los límites que la naturaleza imponen, decrecentistas. Que la economía esté al servicio de las personas y no al revés, que haya justicia social, separación ahora y ya de Iglesia- Estado… En fin una verdadera revolución social, política y cultural; porque se puede postergar o engañar a la gente poniendo parches al sistema, pero la única solución viable y humana se encuentra fuera del capitalismo y eso sólo depende de nosotros mismos.

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