Mi
alma que anda vacía de dioses, que se sabe mortal y libre de ataduras de amos y
dioses justicieros ¡qué envidia me da!, se siente sin embargo ajada y
maltratada por un cuerpo fustigado ante el desvarío de días y noches encadenado
por la sinrazón de verse esclavo en ratonera enemiga.
Y
ahora que la Semana Satánica
acabó con el estreno del jesuita coronado y nombrado vicario de Cristo de
nombre Bergoglio y de alias Francisco I bendiciendo como un poseído a diestro y
siniestro desde su balconcito de la Santa
Sede al rebaño allí postrado y congregado; me pregunto que
será de mí católico sin fe, ateo bautizado y hereje de toda religión monoteísta
y criminal que ha pisado tierra.
Y hoy que el Opus Dei reina y manda en nuestros corazones y que de la mafia gobernante
ya no hay foto que se salve; espero hallar el camino de la salvación entre la
razón y la justicia social que anda secuestrada, mancillada y violada por
delante y por detrás por los mercaderes del narcotráfico, la represión y el
¡Viva la Muerte
y el Capital también! de estos apóstoles del Apocalipsis y del odio a la
inteligencia que sobrevuelan en gaviotas crucificadas defecando destrucción
allá por donde pasan estas huestes de destrucción masiva.
Rajoy
el viajero, el desaparecido, la nulidad mental, el que tiene la lengua más
larga que camaleón haya visto nunca; guarda silencio mientras cobija en su seno
a toda esa banda de forajidos y de criminales en los que se sustenta su
desgobierno de ladrones, trepas, lameculos y fregasuelos que Botín y Rosell ni
en sus más placenteros sueños llegaron a imaginar con permiso de Zapateros y
Rubalcabas.
Y
así andamos con dos euros en el bolsillo y trabajando para ganar un euro más y
expoliarnos cuatro o, simplemente, explotado entre los explotados a la espera de que
los perros guardianes de los cuatreros gobernantes te fusilen y te manden al
cajero o estación de metro más cercano para que descanses en paz y sigas
sometido en esta infamia de matarifes, gángsteres y atracadores que de nuestras
vidas palacios construyen.
-Oye,
mira, que me he enterado que hay un dirigente del PP que era amigo de un
mafioso; con el que se iba de juerga y viajes por alta mar.
-Hombre,
pues claro, que te pensabas si todo ese gobierno neofranquista, como el
anterior, realizan políticas económicas criminales, antisociales y mafiosas, al
fin y al cabo, no iba a ser amigo de cualquier inmigrante torturado en un CIE; y
a falta de Pablos Escobares devorados por los gusanos pues bueno es cualquier
mafioso o matón que por nuestras costas naveguen portando el crimen organizado
como emblema del poder institucionalizado.
Malditos
hijos de Franco y de Al Capone que gobernáis ungidos por ese Rey alcoholizado,
escacharrado, matador de elefantes, osos y de todo gran mamífero que pase por
su punto de mira; de esa estirpe ladrona, corrupta, necia de los Borbones que
parasitan y arramplan con todo el dinero que puedan robar mientras continúe la
fiesta en esta España sucursal de bancos y grandes empresas evasoras de
impuestos.
-¿Y
a toda esta calaña cuando mueran el cielo los juzgará?
-No,
alma incrédula, los gusanos se los comerán. Que de infiernos y cielos sólo la
tierra entiende de ellos. Y para recuperar la justicia sólo la unión y la lucha
de los desposeídos traerá consigo la belleza secuestrada.
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