El
cielo se llenó de aviones de combate que raudos y veloces se dirigían a
impartir injusticias y muertes allá por donde pasaran. Sin más dilación y con
el viento a su favor de las tripas de esas bestias de muerte y destrucción
salieron los hijos del odio para segar y dar por concluida las vidas de once niños afganos donde la sinrazón no acabó allí mutilando la vida también de dos
mujeres.
Quizá
sólo se necesitó un avión o un helicóptero de la muerte para realizar la
matanza pero los hechos son invariables y los niños allí están perdidos y
silenciados ya en los albores del sueño eterno.
Tras
las huellas de este magnicidio se esconde la organización terrorista de la OTAN que sigue impartiendo
terror, dominio y asesinatos allá por donde sus armas pasan y donde España es
uno de los cómplices de estas muertes ya que pertenece a esta organización
criminal e imperialista dirigida por los EEUU.
Como
un suspiro en el silencio se incrustó la noticia en los medios de desinformación
masiva y el olvido volvió a impregnar la vida envenenada de nuestra realidad
presente.
¿Qué
harían esos niños en esos momentos? ¿Dónde estarían jugando o riendo o
llorando? ¿Qué existencia dura, difícil les esperaba en un país despedazado por
la guerra? No se sabe ya que la inocencia se les acabó tras el estallido del
artefacto. Adiós, vuestra muerte y la de tantos niños, mujeres, hombres
inocentes en la absoluta impunidad se quedan.
Y
el señor Nobel de la Guerra,
el de la Paz en
su Casa Blanca con sus hijos y su mujer, allá no hay aviones enemigos, ni vidas
condenadas, ni lágrimas de oprobio, de injusticias, de sueños mutilados y
esperanzas gaseadas; la vida en libertad del brazo ejecutor y de los múltiples
intereses empresariales que dominan sus movimientos, sus acciones para condenar
a la muerte a millones de individuos. ¡A morir! No habrá paz en vuestros
corazones hasta que estéis muertos y bien muertos allá donde nuestros
intereses, nuestros robos y nuestros negocios espurios y criminales se encuentren;
la metralla se incrustará en vuestras sufridas y violentadas vidas porque aquí
está nuestra razón asesina, la esclavitud que os pertenece y los recursos
naturales, materiales y temporales en nuestras arcas caerán; y allí os
encontraréis perdidos en un mar de cadáveres, de miseria, de libertades masacradas
y presentes encadenados. Palabra y bombazo final de Obama, de Bush, de Clinton
o de la próxima miseria asesina que se siente en el sillón del Capital
Terrorista con sede permanente en EE.UU.
¡Malditos
bastardos! Hojas y hojas hablando de ese esputo genocida en forma de mujer que
se llamaba Margaret Thatcher, esa máquina de matar argentinos, irlandeses; esa
amante y esbirra de los poderosos que aniquiló y destruyó el sistema público
británico, violó y masacró las protecciones sociales de su país condenando a la
miseria a millones de trabajadores; esa ladilla de la humanidad, amiga de todo
dictador sangriento contra su pueblo habido y por haber que abrazara el
capitalismo salvaje que nos aniquila actualmente. Toda la maquinaria
ultraliberal adulando a semejante vomito; en su cajita allá donde la entierren
los gusanos se la comerán, pobrecitos en sus diminutas fauces no cabrá tanta
asquerosidad, maldad y podredumbre juntas.
Impune
muere este engendro de la naturaleza; muerta en la cama y viejita con su vida
ya hecha la fue a buscar la de la guadaña.
Muertes
en la memoria de la injusticia y en el olvido de la justicia toda ella
enjaulada; tantos nombres, tantos niños como esas almas pequeñas arrebatadas a
cañonazos allá en Afganistán; los responsables sueltos; comiendo, bebiendo y
durmiendo felizmente por el deber sanguinario cumplido.
Rajoy
demente, ladrón, encubridor ¡Habla! Di algo coherente, no te escondas detrás de
la pantalla. Maldito hijo de Thatcher, lameculos borbónico, amante del
canibalismo social que administras, vendepatrias al mejor sinvergüenza que
Botín haya parido. Tú y todos los que te han precedido sois cómplices de tanta
muerte, de tanto atropello, de tanta violación, de tanta injerencia, de tanta
destrucción, de tanto aniquilamiento, de tanto linchamiento, de tanto expolio
allá donde las criminales bombas del imperialismo han estallado llámese Irak,
Libia, Afganistán, Mali y tantos otros lugares del mundo.
Mudo
estás, tú que eres el sucesor del criminal de guerra que por nuestros mundos
anda suelto, esa fístula de nombre Aznar. Contento te encuentras; tus
silencios, tus acciones, tus compromisos y tus apoyos te delatan; que se mueran once niños o veinte mil forma parte de la barbarie que tú y tus acólitos y este
sistema corrupto y putrefacto sostiene y alienta. Que más te da demente, lacayo genocida si entre
nosotros ya hay cerca de tres millones de niños españoles en riesgo de exclusión
social; si todo forma parte de las políticas que se llevan a cabo de saqueo y
crimen organizado.
Y
otro día más pasa en esta España violada, narcotizada y vilmente saqueada por
las hordas asesinas que acampan en los resortes del poder fascista, corrupto y
criminal; y noche tras noche vemos como la soga aprieta cada vez más nuestros
delicados y asfixiados cuellos.
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