"Nuestros
precios y salarios están marcando el ritmo del retorno al sendero de la
competitividad y, al mismo tiempo, nuestras familias están reduciendo sus
niveles de deuda mientras mejoran su ahorro"… palabras del Borbón.
Este
señor llamémosle sanguijuela, vividor, parásito, gorrón, estafador, lombriz y
podríamos continuar días y días con estos lindos adjetivos lo tenemos que
sufrir y padecer y reclinarnos ante su soberana corona por derecho divino,
franquista, de conquista… o no sé yo por qué. El caso es que el principito como
toda esa corona que nos aplasta cada día más además de robar, malversar, desvalijar
debemos rendirle pleitesía y congraciarnos con él y agradecerle sus palabras y sus gracietas
ante tanta verborrea elocuente, sincera y justa. Que la sanidad, la educación
estén en peligro de extinción, que los derechos laborales ya no existan, que
los salarios de hambre son por el bien nuestro y de la competitividad, que la
exclusión social y la explotación son medidas de ahorro… que sí que lo hemos
entendido, que no hace falta que se posicione tanto que ya sabíamos de que
bando está.
En
fin que la envidia me corroe cuando pienso en la Revolución Francesa
o en la Rusa y
veo la suerte que corrieron esas monarquías; esos Borbones y esos Romanov que
no quedó estirpe, ni estatua que levantar; en fin, nosotros, parece ser que
somos demasiado bondadosos o ingenuos, y nos quedamos con parte de los Borbones y
aquí estamos sufriendo las consecuencias y yo me pregunto hasta cuándo, por
qué, a santo de qué.
En
fin espero que al final les llegue pronto su propio final y que nadie
malinterprete mis palabras yo no he nombrado ni guillotinas ni pelotones de
fusilamiento.
Eso
la ciudadanía decidirá….
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