El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

lunes, 7 de octubre de 2013

Y la muerte tiene hambre



Y se murió de hambre. Y la inanición fue tan letal que ni comiendo un pedazo de pan la muerte se alejó ni un milímetro de su cuerpo evaporado. Se le dio de alta de un hospital en Sevilla a un joven de 23 años pesando 30 kilos, que horror entre los horrores que padecía esta víctima de los infiernos de Dante en los que nos aposentamos; desde este lado de la vida desalmada el hombre tuvo que salir de nuevo a la calle depredadora y de allí a un albergue donde murió al día siguiente. Que mil angustias pasarían por su mente castigada, que sinsentido de una vida esclava y lapidada donde se le denostó del hospital, ¡cuánta sinrazón! Pesaba menos que el aire en su ausencia y, aún así, de vuelta a la jungla asfaltada. Y murió desnutrido en esta España donde ya hay defunciones por hambre. Y la vorágine del silencio y del olvido imperante cerrará su recuerdo, otro halo de existencia golpeado que se traga la injusticia de este averno organizado donde el trepa lameculos del diablo todopoderoso y látigo traidor, puñalada trapera contra los más débiles se convierte en capataz servil de este mundo infierno.
Te mataron de hambre a otros conciudadanos los matan las sogas, las cicutas, el disparo en la sien tras el genocidio económico y social que no pudieron, pueden soportar tras noches de mil insomnios y días insufribles viendo como el caminar cada día hacia la nada se hace más insoportable, paso a la exclusión por un sistema que te roba tu agua, tu aire, tu salud y si, por último, consiguen vencer tus fuerzas aplastarte en la agonía de otro día sin salida; al final alcanzan el propósito, matarte; así actúan los amantes del Dios mercado y de la patria mercantilizada y en las Islas Caimán y en la vida del lujo desenfrenado se encuentran gracias a nuestras angustias, a nuestros trabajos sin derechos laborales ya bombardeados, a nuestros suicidios, a nuestros hogares robados y saqueados, a la explotación laboral que en esclavitud se ha convertido, al latrocinio del suelo que pisamos y del oxígeno calcinado que respiramos.
Hospitales con habitaciones cerradas previa privatización para los negocios espurios de la mafia institucionalizada, servicios sociales decapitados, jubilaciones hurtadas, educación sólo para ricos y paguemos como buenos bueyes que somos una deuda camorrista a las entidades financieras.
Y si padeces cáncer o alguna enfermedad crónica prepárate a pagar una parte de tus medicamentos porque todo tiene un precio; que la salud es un negocio y no un derecho para estos abortos de Mengele y a violar los DDHH se ha dicho y en masa además. Que cosas tiene la vida mortificada que nos desampara; han vuelto a reconstruir la Bastilla y el Palacio de Invierno luce que da gusto, resplandece y todo.  
Y en esta Europa de los asesinos de guante blanco, guardias de asalto y de las esvásticas renacidas la vergüenza se ha teñido otra vez de rojo ante la muerte en el mar de centenares de personas, con sus nombres y apellidos, sus vidas que dejaron en algún lugar de África; la esquilmada, la violada, la vejada; han visto la cara atroz de la muerte y con los culpables riéndose en sus tronos de poder de esta Unión de mercaderes, filibusteros, capitalistas, gángsteres Europea…
Y MIENTRAS ME TOMO UN CAFÉ BIEN CARGADO vigilo tras mi ventana que una avispa asesina no se apodere de mis aposentos y me acribille la razón ya perturbada o me hiera esperando una muerte dolorosa en busca de algún hospital que no admita cajero automático en estos tiempos de evasiones fiscales legalizadas y aporreamientos a la justicia ajusticiada y a nuestros huesos machacados.

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