El Lince Rojo

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miércoles, 19 de abril de 2017

El llanto de la impotencia

Un fotógrafo deja la cámara y corre a coger a un niño en el atentado que hubo cerca de Alepo en Siria con el triste resultado de 126 personas muertas. El llanto de impotencia del reportero es la imagen de la humanidad, de la rabia, del abatimiento ante lo inhumano, lo inexplicable, la barbarie. Un acto terrorista, uno de tantos; en el país devastado, arrasado, aniquilado que es Siria. Un grupo de los llamados rebeldes armados hasta la náusea por el imperio y sus secuaces ha detonado la bomba que ha segado la vida de todos estos seres humanos; refugiados de una zona en guerra. Mientras tanto los obama de viaje en crucero por el ancho mar con una vida de privilegio brindando con champagne después de haber desestabilizado, bombardeado, robado la vida de cientos de miles de personas. Y el ultraderechista jefe de la casa blanca actual lanzando la madre de todas las bombas sobre Afganistán para que las matanzas continúen ya que dan inconmensurables beneficios económicos. No olvidemos que las bombas lanzadas sobre Siria días atrás por el ejército norteamericano se fabrican en una empresa donde Trump es accionista. Y desde territorio español salen aviones donde se ejecutan los crímenes contra suelo sirio.
Un mundo deshumanizado donde se vierte un arsenal de mentiras por medio de los medios que controlan los amos de este inframundo para decir las cosas al revés. 
Robar los recursos naturales de esas tierras, perpetrar auténticos genocidios para trincar todo lo posible e imposible que es lo único que importa; ansias de poder y de riqueza a costa de nuestra propia supervivencia y del planeta que nos vio nacer.
El llanto del desconsuelo en medio del horror y de la injusticia, del crimen impune mientras los culpables andan sueltos en sus casas presidenciales, en yates y en hoteles de lujo envueltos en riquezas manchadas de sangre y revolcándose en su abyecta podredumbre moral. 

 

1 comentario:

  1. Es muy triste ver que "los malos" siguen saliéndose con la suya y nunca suelen pagar sus crímenes (al menos en este mundo).

    Salud!

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