Tenga usted pundonor y dimita

Teresa Romero trabajadora sanitaria del Hospital Carlos III de Madrid es la culpable de que se haya contagiado del Ébola y esté a las puertas de la vida o la muerte. La multimillonaria de robos y extorsión a los trabajadores, desahuciados, desempleados de este país la Ministra de la Muerte y la Sanidad mercantilizada esa obscenidad andante que ni lapidándola se haría justicia popular, la verruga de ese engendro de presidente de gobierno la sinvergüenza Ana Mato y demás compinches, como el consejero de la Comunidad Privada de Madrid, consideran que la víctima atentó contra su propia vida. Así es la historia de la Marca España SA donde la sanidad se la han llevado a su cortijo para hacer negocio, la han desmantelado, millones de personas carecen de los cuidados sanitarios necesarios para la curación de sus enfermedades mientras la camorra de las moncloas y otras zarzuelas se cachondean en nuestra cara.

Y como el jolgorio y el latrocinio no tiene fin mientras tu sueldo esclavo o la carencia del mismo no te da ni para pagar el piso nuestro de cada día la corte política, empresarial y sindical del neofranquismo se pone las botas con tarjetitas millonarias de Bankia y otros bancos ladrones de lo nuestro para gastar en farras, viajecitos, chalés y lo que les dé la gana que ya pagas tú tururú y el mendigo de la esquina. Mientras tanto los desahucios en España siguen aumentando. ¿Y el pueblo afila sus machetes? Pues parece ser que no. Que todos nos ahogamos en un mar de cloacas de banderitas nacionales y en la era del consumismo y la orgía neoliberal no hay más virus mortal que la mansedumbre que llevamos inoculados.

Y otro día bajo nubarrones que pasa y otro que llegará con esa pandilla de delincuentes, criminales y genocidas en los desgobiernos de esta pocilga neoliberal partitocrática que los parió.

 "Yo, a diferencia de usted, no estoy bien comido, porque mi mujer se debate entre la vida y la muerte, por lo que no me pasa la comida; y estoy mal bebido porque no me quedan líquidos de tanto llorar. Lo único que estoy es bien fastidiado, pero le tengo respeto, cosa que usted no ha tenido con Teresa"… Palabras del marido de Teresa ante el escarnio, la burla y la chanza continuada que el delincuente, consejero de sanidad desmantelada de Madrid, un tal Javier Rodríguez rebuznaba continuamente contra la trabajadora del Carlos III que recordemos se encuentra gravemente enferma. “Tenga usted pundonor y dimita…” Este y toda la cuadrilla de gángsters que gestionan y se lucran de esta cleptocracia chusquera ni dimiten ni dimitirán simplemente están instalados en el robo y el saqueo continuado a las clases populares y que continúe el festín y la risa a costa nuestra.

 “- Llega un momento en que uno se pone furioso.
Madre le interrumpió:
- Tom…, me dijiste…, me prometiste que no te habías vuelto así. Me lo prometiste.
- Ya lo sé, Madre. Lo estoy intentando. Pero esos ayudantes del sheriff… ¿Has visto uno alguna vez que no tuviera el culo gordo? Y menean el culo y muestran su revólver por ahí. Madre -dijo-, si ellos estuvieran trabajando con la ley, lo podríamos soportar. Pero no es eso. Su trabajo es minarnos la moral. Intentan que estemos encogidos, arrastrándonos como una perra apaleada. Tratan de destrozarnos. Por Dios, Madre, llega un momento en que lo único que uno puede hacer para conservar la dignidad es atizarle a un policía. Nos están comiendo la dignidad.

- Me lo prometiste, Tom -insistió Madre-. Eso que dices es lo que hizo Floyd Niño Bonito. Yo conocía a su madre. A su hijo le hicieron daño.
- Lo estoy intentando, Madre. Te juro por Dios que lo intento. Pero no querrás que me arrastre como una perra apaleada, con el vientre por el suelo, ¿verdad?...John Steinbeck “Las uvas de la ira”.