Una
mujer venezolana residente en España ha perdido el niño que esperaba porque no
la quisieron atender en un hospital público de Alicante. A Milagros Villalobos
le exigieron el pago de una factura si quería ser ingresada ya que el gobierno
neofascista español le había quitado la tarjeta sanitaria y, como a ella, a
casi 900.000 personas en todo el territorio estatal.
La
sorpresa de Milagros fue comprobar como le exigían el dinero hecho que ha
acarreado el aborto involuntario de la mujer. En otras palabras que el régimen
borbónico y los corruptos que ahora gestionan sus intereses han matado a una
criatura que estaba a punto de nacer. Maldita basura que nos legó la asquerosa
vagina nuclear franquista. Esta cohorte cristofascista criminal, hipócrita y
terrorista perpetran leyes metiéndose en el coño de las mujeres diciéndoles lo
que tienen que hacer con su cuerpo, esclavizando aún más a las mujeres
trabajadoras de este país, cínicamente diciendo que las protegen y que son los guardianes de los nonatos y, mientras tanto, los de las mantillas, los sobres, el fraude
fiscal, los defensores del esclavismo laboral, los asaltadores de los servicios
públicos, los violadores de la infancia que dejan en la extrema pobreza a tres
millones de niños.
Las ladillas del Opus, los Legionarios de Cristo y de toda
basura sectaria que son la negación de la justicia social, la educación como
medio emancipador y revolucionario de las personas, de las capas populares…
Salgamos por la tangente revolucionaria. Un sistema de salud cooperativista y
autogestinado es defender nuestra salud, lo público.
Este
magma de corrupción defensora de los niños no nacidos extermina también a los
niños a punto de nacer ¡qué contradicciones mortíferas tienen estos excrementos del Valle de los
Caídos!. Madre, trabajadora, inmigrante sin papeles no podía pagar a las
alimañas de las aseguradoras carroñeras el coste de la hospitalización, no era rentable, condenados a muerte. Un
crimen contra la vida de esta mujer, de las mujeres, un crimen de los Rajoy,
Gallardón y toda esa basura inhumana que dirige los naufragios de estos reinos
coronados. Este es el verdadero producto Marca España. Y toda esa cuadrilla de
extrema derecha, los Pro Vida, antiabortistas ¿han salido en defensa de
Milagros?. Han ido al despacho de ese hijo de franquistas, el ministro de
interior y sus injusticias, a manifestarse o a pedir su empalamiento… ni se les
ha visto, ni se les espera. Milagros otra víctima que ha vivido el asesinato de
su hijo por el Estado privatizado burgués y sanguinario en que se ha convertido
este reino peninsular de países, regiones, naciones, constelaciones, universos
y fincas con sucursales en todo paraíso fiscal conocido.
SI
MIS HIJOS HUBIERAN SIDO ISRAELÍES ¿QUÉ HUBIERA HECHO EL MUNDO?... En las
palabras de esta mujer palestina asoma la injusticia, la desesperanza. La
pregunta esconde una vergonzosa respuesta. Om Ali es una madre que en el
genocidio perpetrado por las tropas sionazis israelíes en Gaza perdió a dos de
sus hijos, Ahmed y Walla; que fueron asesinados mientras estaba vigente un alto
el fuego trampa. Los niños salieron del refugio donde se encontraban y se
dirigían a su domicilio a buscar ropa cuando fueron bombardeados. Los padres
tuvieron que recoger los pedacitos esparcidos de su hija Walla mientras que
Ahmed apareció días más tarde en un depósito de cadáveres.
Om
Ali es una víctima de tercera categoría en este mundo abortado de injusticias y
desechos inhumanos. El mundo al revés como denunciaba Galeano. Netanyahu y su
gobierno criminal; Israel y su Knésset que apesta a dictadura, odio y genocidio
legalizado. Un crimen contra la humanidad que grita justicia en un campo
abonado de holocaustos bendecidos por drones imperiales en barritas y estrellas
y europas lacayas donde todo tiene nombre y apellidos capitalismo servidumbre y
manipulación mental.
Ahmed,
Walla que han apagado sus almas violentamente junto con 560 niños palestinos
más durante el horror que padecieron los meses de julio y agosto dejando el
corazón de sus familias lleno de lágrimas, de ira, de amargura, de vidas rotas.
Y junto a estas criaturas se han ido más de 2000 personas en un genocidio que
se repitió en el pasado y que el presente continúa en los mismos avernos y
hornos crematorios ¿dónde está la justicia?.
¿A quien le preocupa un esclavo más o menos?, ahora sobran, pero al menos al resto de esclavos nos tendría que preocupar por la cuenta que nos trae y por entender que cualquiera de nosotros puede ser el próximo.
ResponderEliminarSalud!
Poco más que añadir a tu acertada reflexión
EliminarSalud!