La
pobreza arrolla como un huracán a esta Unión Europea que nos maldice y nos
condena a la exclusión por obra y desgracia de las políticas ultraliberales que
se imponen. Si la situación no varía al paso que vamos y en el abismo nos
encontraremos; el número de personas que abrazarán el calvario de la miseria aumentará en 25 millones; los ciudadanos más lapidados arrojados a las tinieblas de la exclusión y el horror económico y social por las oligarquías
mafiosas que se alimentan de nuestras vidas se elevarán a 146 millones.
España,
como no, junto con otros países como Gran Bretaña, Portugal, Grecia, Irlanda
serán los lugares más viles con sus poblaciones donde el aumento de las
desigualdades y la exclusión en norma y ley se convertirán. Nada nuevo que no
sepamos bajo el sol radioactivo que nos chamusca diariamente.
La Hispania y sus distintos reinos de taifas en rebeldías
esencialistas o no ahí van viento en popa a toda vela aplicando un verdadero
comunismo para las élites gobernantes y sus amos los poderes financieros y
económicos y ejerciendo una auténtica sangría para la población precarizada que
legión somos ya. El camino hacia la muerte en vida, la miseria por robo y
expolio al por mayor de las castas genocidas que invaden los poderes de este
país enjaulado, ahoga a cerca de 13 millones de personas que sufren la condena
de la exclusión. ¿Libertad? Su ausencia anda de la mano del infinito que en
nuestros humildes hogares hace tiempo que ya no se le espera.
Y
cuanta fiesta, mofa y diversión generalizada del poder de la muerte y la usura
que hasta te patrocinio un coche de carreras para fastos y premios
multimillonarios o ligas de fútbol para disfrute de las masas lapidadas.
Mientras tú y yo y la madre que al mundo de las bestias homicidas nos trajo, viendo
como se alaba, se retransmite por mil canales de desinformación e idiotización
masiva las bondades de ser esclavo, del fascismo consumista y de mil realidades
manipuladas con destellos de luces de neón y vidas fantasmagóricas fabricadas
en cualquier centro comercial de destrucción masiva; la vida se nos apaga en
trabajos de esencia esclavista en economías sumergidas sin derecho alguno más
que el de pernada asegurada, tras mil latigazos y con el sueldo de
desprotección social en los bolsillos agujereados no nos queda tiempo de
disfrute, de ocio, de libertad añorada ¿dónde estás? Masacrada por el
torbellino homicida que estamos padeciendo. En la cama nos encontramos a altas
horas de la noche resistiendo ese horrendo dolor de angustia, de mil
guillotinas enfrente de nuestros calvarios, esas manos amputadas por orden de
salarios de miseria comprobada, el llanto al ver la tierra privatizada y muerta
su venganza llegará, el sinvivir al comprobarnos explotados o excluidos con la
soga al cuello y nuestros anhelos de felicidad arrasados; ese no dormir por mil
hernias de estómago que de nuestras existencias expoliadas abiertos en canal
nos extirpan el corazón y aún no sabemos de dónde viene el dolor, por qué
tenemos que vendernos a los hijos del Capital si de nuestras subyugaciones
mentales y físicas en el reino de la opulencia, la obscenidad y el saqueo
continuo nuestros botines de cuenta en Suiza viven.
En
esta lucha de clases que estamos perdiendo y sometiéndonos cada vez más y más y
más que de los infiernos será difícil salir que necesitaremos más de mil millones de metralletas juntas y sacudiéndonos bien la mente para extirpar el cáncer manipulador de
ideología dominante que llevamos allí bien implantado.
Y cuanta risa da que mil llantos agonizan en
el caldero de la estupidez humana; y ahí andamos mientras tengamos piernas
porque la mutilación nos avista cerca y como quien no quiere la cosa y porque
de esta enfermedad que mortal se convirtió al no tener dinero para sanarla en
esta España de hoy en día que no hay metro cuadrado que no haya sido hurtado
por las castas privilegiadas que viven del pillaje y del asesinato en masa; y
tararí que te vi nos birlarán más de 2620 euros por ciudadano y se los darán
como buen regalito a la mafia financiera. ¿Y nuestros hijos que no tienen para
comer también pagan? Hombre claro, todos, hasta el mendigo que no posee ni un
mendrugo de pan que llevarse a la boca en este mundo de naturalezas extinguidas
y de hombres, mujeres y niños que productos de compra-venta somos y en oferta
estamos. Y si no el colegio se encarga de enseñar y de sucumbir a las
servidumbres. Apretando del cuello están y con nuestros espinazos totalmente
partidos; nuevos y viejos robos, sometimientos y todo tipo de vejaciones
lidiando y sucumbiendo allí nos hallamos ¡Viva las banderas y las cadenas!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario