Desde
que comenzó esta masacre a gran escala, también llamada crisis-estafa, contra
la población de este atribulado país, el estado atrapado por el fascismo de
ayer, de hoy y de siempre ha regalado a la banca la infame cifra de 250.000
millones de euros pagados por cada uno de los españolitos de a pie,
trabajadores esclavizados, uy perdón, precarizados todos hasta el niño
condenado a la miseria le ha tocado ser robado para pagar el festín de las
bestias a los sicarios de la muerte y sus gestores corruptos del gobierno de
los Bárcenas, sus JONS o las rosas amputadas de los social-ultraliberales del
comando de los zapateros en el lejano ya 2008. Nada de esto se devolverá o tan
sólo un 25% como augura la organización criminal del FMI; pero que no me hagan
reír que la úlcera estomacal ya no me deja vivir, nada de eso veremos y en
muchas más humillaciones y latrocinios nos hallaremos como víctimas principales
de este averno institucionalizado y gaseado.
Y
ahora que lapidados a dos céntimos la hora y patada en la boca que te doy te
voy a dar prostituyéndote todo el día y parte de la noche sin tiempo libre que
te queda y éste también mercantilizado y alienado. ¿Qué nos queda? Te veo
triste, acongojado, tal vez necesites un reflexólogo para curarte el ánimo...
comentan, dicen por ahí, por las esquinas que te vi pasar. Pero hombres,
mujeres, autómatas de hoy en día lo que necesitamos es justicia social y no
este ostracismo de mundo hitleriano consumista y devastador asesino de la
tierra y de todo ser vivo que pase por sus fauces. Huyo despavorido antes que la
ideología asesina imperante me electrocute sin remedio el cerebro y me vea atrapado
por un chamán argentino o me descubra consumiendo mil pastillas en mi oración
drogadicta diaria y me desvanezca de mis servidumbres viendo el último
espectáculo de entretenimiento placebo que el poder imparte y comparte para
mantenernos en la bulimia de la sumisión perpetua.
Y
mientras la jauría inhumana que lapida los destinos devastados de esta Hispania
que nos vio nacer; los abortos asesinos e hijos de la mediocridad y de la
muerte a la inteligencia, los caudillos del robo y los capataces de los poderes
financieros arrasando todo bien público que quedaba por arder, enriqueciéndose
en esta economía criminal y dale más carnaza a la Bestia que siempre quiere
más. ¡Viva el pillaje! Que continúe la fiesta en el Reino de los descerebrados;
ponme una Coca-Cola y un transgénico más que hoy, mañana y ayer también mis
brazos vendidos están que el mejor postor me los amputará y a otra cosa mariposa
mía que muerta estás de mil pesticidas que te derribaron sin más.
Y
mañana será otro día y las nubes se levantarán y el Imperio Homicida atacará de
nuevo; toda la industria armamentística al servicio de la muerte y de los
fundamentalistas del oprobio listos para la acción, llegó la hora del
holocausto y de destruir a un país ya devastado, masacrado. La victoria será
nuestra, el control de Siria y de toda la región estará en nuestras manos
asesinas, el negocio del horror y de la destrucción en millones de dólares se
traducirá; gritó el negro de corazón blanco, espíritu esclavista y alma
genocida. Todo preparado y manipulado por el Señor de la Guerra, el Premio Nobel de la Paz para él y sus bastardos
asesinos. Acusáis de usar armas químicas los terroristas de la Casta Blanca y sus Pentágonos;
los que han usado todo el armamento químico a su disposición en sus guerras
contra Irak, Afganistán, Libia… regiones ultrajadas, acribilladas, exterminadas
por los amantes de los Guantánamos, los drones, las torturas… millones de
muertos danzan en vuestras cabezas de las SS resucitadas y restauradas. Y
mientras el amo dispara y somete los títeres de estas cleptocracias
ultraliberales europeas a babearle los pies al asesino de Washington.
Y
míralo como se ríe ese desecho humano, expoliador oficial, cacique fascista de
esta España desertizada, privatizada y mercantilizada. El genocida, corrupto y
demente Rajoy y sus aliados fascistizados del puño y la rosa y con el rey Mas
Ladrón hemos topado todos aplaudiendo la masacre habida y por haber.
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