El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

martes, 24 de septiembre de 2013

La muerte tenía un precio y la enfermedad también

Me despierto sobresaltado entre mil pesadillas y algún que otro sueño desgarrador. Tras comprobar que mi neurona de obedezco y sirvo y mi cerviz dislocada están en buena trayectoria de besar el suelo; me pongo las pilas desgastadas, me formo, taconeo, digo ¡Sí, señor! Adelante, en marcha ¿pero a dónde? Al fondo de la nada, al final del camino con tumor cerebral y dolores insufribles; a pagar al primer banco que el cerebro inutilizado por lobotomías mediáticas de torturas insistentes me lleve, sin pensar cual zombi que a tientas va por la noche a ninguna parte y a ningún lugar tras la imaginación que moribunda está por los matarifes que tras los escombros de la mentira y el circo cotidiano se esconden en parlamentos, edificios presidenciales y demás habitáculos que simples tapaderas del crimen organizado son. La mafia publica, gestiona, acomete una nueva atrocidad ¿otra? Una de tantas de los millones de crímenes ya cometidos y ninguno pasado por la guillotina; a partir de un, dos, tres ¡ya! Habrá que pagar el 10% de los medicamentos que sirven para tratar el cáncer, la hepatitis C o la leucemia. ¿Qué no tienes dinero para costearte tus dolencias? No haberlas contraído, si hubieras sido un terrorista ejemplar de éxito, falsificador, especulador, un arraso la tierra que de ello saco beneficio y que le den cáncer de pulmón a mi vecino y a media humanidad; ahora tendrías dinero y de la sanidad mercantilizada podrías curarte, o tal vez no, y ahora no estaríamos llorando porque no queremos ser mercancía; pero si hace tiempo que lo somos, ahora el status ha cambiado alma atea, somos un producto de tecnología inhumana puntera, me presento como esclavo con derecho a robo continuado…
Y ¿ahora qué pasa? que me estás contando sobre no sé qué cuentos de los derechos humanos… eso se lo pasan por el mismísimo forro; si quieres recuperar lo que es tuyo, nuestro, lo que es el bien común y no quieres morir porque hasta el aire contaminado te lo han birlado y has de pagar lo que no tienes por ello, muerto al olvido te vas y en otros infiernos ya no nos encontraremos; ponte a prueba y realiza un curso sobre fabricación y uso de cócteles molotov o expropia el primer banco ladrón que pase por tu esquina.
Y mientras cavilo y me mato a andar para no tener problemas con mis articulaciones reumáticas y me trago todo el aire que mil tubos radioactivos expulsan para jugar a la ruleta rusa con mi vida; pienso y me río un rato porque después no podré comprarme alimentos orgánicos y ecocapitalistas para poder seguir una dieta bioguay y de cuidado de mis órganos sulfatados. Porque ya se sabe que toda esta moda de lo sano, sanísimo, sanote es para las clases pudientes y un buen negocio; ¿cambiar el sistema para que todos podamos comer de manera sana y de proximidad próxima? Venga, hombre, nada más lejos de la realidad macrobiótica actual, todo puro marketing comercial y a la búsqueda del mercado y hacer negocio que eso es lo que mola lo orgánico a precio de finca bunquerizada lejos del mundanal ruido ruiseñor de la plebe de estómagos vacíos y de mil pesticidas matando intestinos hambrientos. ¿Y los otros, los ecológicos, que no llevan peticidas? Pues claro, es otro timo más de la vida neoliberal cotidiana. El sistema todo lo come, lo consume y lo transforma según sus deseos y las modas que la Bestia del Capital buenamente le convenga digerir para los números sin corazón en que nos hemos convertido.
Y quizás la próstata no aguante y los criminales de las SS capitaneados por cualquier empresa transnacional de expolio público garantizado me apunten con sus cámaras de gas en estos mundos de Mauthausen y sus sedes de exterminio físico y mental programado y me lleven a un callejón sin salida. No puedes pagarte la operación, no hay dinero que en yate nos lo llevamos, me jacto en tu cara y te pateo el hígado y con tus restos nos pondremos a adornar nuestros jardines de millones de almas fusiladas. ¡Al cadalso se ha dicho! Y el rey, que cosas tiene este país que hasta somos súbditos; ¡oye! que se vuelve a operar y nada a pagarlo entre todos; como es el Borbón que le da igual público, privado o mangado que para el caso es lo mismo; toda esta lacra privilegiada de coronas borbónicas y toda esa prole ladrona que hay que mantener con sus banqueros y empresarios de jaulas deslocalizadas a nada y menos la hora por muerte acaecida en cualquier lugar de este mundo globalizado de horrores y tierras arrasadas.
Y las vueltas que da la vida y las piernas que me dirigen por estas calles de la Barcelona que en parque temático universal la quieren convertir. La “millor botiga del món” donde las desigualdades sociales en aumento diario a la deriva van, en la ciudad de los prodigios fulminados donde nacer en un barrio popular te lleva a tener una esperanza de vida diez años menor que el que nace en los barrios de la Barcelona Chic y orgánica toda ella. Y años tras años de mercadeo y fiebre privatizadora y especulativa ha llevado a los coletazos antisociales de ese vómito de los CiU de estados propios privatizados de esclavismo, casino y paisajes calcinados. Agua con la que te lavas privatizada está y si mañana te mueres los funerales negocio privados son; que de todo se ha de sacar rentabilidad y robo al por mayor oye. Y si de derecho a decidir hablamos pues pon un puerto privado de lujo en medio del barrio obrero de la Barceloneta y como de violencia estamos hablando se devora el espacio público para montar esa obscenidad. ¿Y se consulta a los vecinos por si quieren acometer semejante atropello urbanístico? ¡Qué me estás contando! Se realiza por sus santos co… ultraliberales y de mente criminal, aquí no hay votación, ni consultas ni derechos a decidir que valgan dos rábanos; y todo ello con el apoyo de sus almas gemelas del partido fascista del PP con sus yugos y sus flechas. Y todo el centro de Barcelona que se ha convertido en una especie de parque de atracciones a favor del turismo de barra libre, alcohol y ruido donde no se piensa en sus habitantes se les silencia, se les persigue; ¡qué traguen! Que esas zonas son puro negocio, pura diversión de ocio decadente y degradación permanente para los ciudadanos que viven allí.
Se oye el llanto de un niño quizás no tendrá para comer; la miseria avanza y seguimos en el mundo de Sísifo en un sistema que nos lleva hacia la autodestrucción. El trabajo que tengo y no tendré las veinticuatro horas del día matando mi libertad, el salario esclavo o la nada depresiva hacia esa senda caminamos con la expropiación como único medio de vida digna a la que se aspira.
Y mientras tanto ese furúnculo de Pujol, esa voz insufrible de la corte del rey Mas y sus Junqueras neoconservadoras; ese alcalde de Barcelona que no pierde el tiempo privatizador y allí va anhelante mercantilizando las escuelas infantiles y lo que pase por sus manos repulsivas y homicidas.
Y en el silencio de la noche alguien gritó ¡Goool! Algún evasor fiscal, un mongoloide de neuronas fulminadas, un jovencito de pantalones cortos y millones libres de impuestos en el banco metió una pelotita llena de opio en una red. Todo el estadio en pie y las calles vacías se llenaron de gente en cuestión de segundos celebrando la droga oficial.

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