El Lince Rojo

EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El Vía Crucis nuestro de cada día



Tiempo de liquidaciones para todo lo que huela a tierra, a campo, al aire que respiramos, a la belleza de los bosques verdes que presenciamos y que poco a poco se ven esquilmados, robados, ultrajados por las manos y las bocas devoradoras, siniestras que todo lo negocian, lo expolian, lo queman, lo edifican. Muros de cemento, ríos muertos navegables para el turismo simplón y depredador, beneficio para las hordas del mal, de la muerte que secuestran el poder y generan miseria, engaño, oprobio para la mayoría que queremos sumergirnos con la sabiduría, la libertad y transformarnos en savia para la tierra que el suelo dueño de nadie es disfrute de todo lo vivo y arruinados estamos viendo como los cigotos de la muerte calcinan los montes; ahí van los especuladores de nuestros pulmones a negociar defunciones y prebendas en los altares del terrorismo imperante.
El gobierno fascista, la mano que nos degüella, los sicarios del capitalismo mafioso que nos adornan el corazón con la fina estocada de mil sables; a hincharnos a mil pastillas por la infelicidad impuesta y compartida que mil humos contaminantes al cerebro van y a la calle de la desesperanza nos vamos a dormir después de robarnos tiempo de vida que ya no existe, que hurtado está. Rincones de este país calcinado, puestos a la venta, parques nacionales ya de por sí destruidos, que no han podido escapar de la barbarie productivista, de la sinrazón consumista, de la danza de la muerte de la construcción de aberrantes edificaciones en paisajes naturales, en el reino de la belleza sinónimo de naturaleza; escupida, violada, arrasada por la sacrosanta biblia del Dios mercado en un mundo finito y en un saqueo ilimitado, infinito que hacia la autodestrucción segura vamos. Ahora desde Aigüestortes hasta el Teide pasando por Sierra Nevada la muerte, la rentabilidad económica, es decir, la destrucción y el saqueo sin fin a estos parajes ya de por sí mutilados es un hecho. Y ahora estas defecaciones del Franco que vivo está y en sede parlamentaria cada día aúlla más fuerte imponiendo construcciones monstruosas, antiecológicas, de amor al crimen y a sus bolsillos de ladrones consumados; gasoductos que envenenan nuestros suelos, nuestras aguas, nuestros acuíferos. Los que persiguen a las mujeres para imponerles cómo tienen que actuar con su cuerpo con leyes a favor de un endurecimiento del aborto como quiere y aprobará esa ínfula opusdeista y de sangre falangista Gallardón. ¡Hipócritas! ¡Cínicos! Abogáis por la destrucción del medio ambiente para vuestra máxima rentabilidad económica mientras ponéis en peligro evidente la supervivencia y la vida digna de las generaciones venideras. Esta ciénaga de corruptos y genocidas profesionales; el hambre que acecha a tres millones de niños y la desertificación de nuestra tierra en un planeta finito al banquete os apuntáis para regocijo y algarabía de vuestros amos de la Bestia capitalista que de la miseria, la exclusión, el robo, el expolio, la injusticia vive, se enriquece y nos mata a todos.
¡Y mirad cómo lloran! ¡qué lamentos! Esa ralea ladrona, esa plaga de escorbutos parlantes, esa oda a la infamia, esa casta que viaja a costa nuestra y contamina los aires y pervierte y fusila nuestra paz. La mujer de extrema derecha y de marido terrorista y de lengua bífida, el principito de los Borbones y sus vidas de lujo y sus padres fratricidas y sus cabezas esperando a Robespierre que nunca llega y demás personajes del fascismo homicida calculando mal sus negocios y las grandes empresas de la España precaria, del trabajador desahuciado y del canto a los muertos vivientes pegando golpes porque el expolio de los de siempre a través de esa coartada de diversión, dispendio y negocio asegurado de Juegos Olímpicos para los terroristas de siempre fracasó.
Y DEL VÍA CRUCIS DE LA VIDA COTIDIANA A LA VÍA CATALANA POR LA INDEPENDENCIA. Sin ambigüedades, sin contradicciones, sin más estado que uno catalán unidos de mano en mano cruzando Cataluña. Y allí estarán también el padre de Banca Catalana y miembros de los mejores genocidas neoliberales catalanes que gobiernan esta patria enladrillada de costa a costa, la Cataluña donde más de 50.000 niños están malnutridos por culpa de unas políticas económicas que son un canto al capitalismo mortífero y de estado privado y de depredación constante. Y el violador profesional de los DDHH el conseller Boi Ruiz, fiel representante de Mengele su compadre, afirmando que en Cataluña no hay hambre, que es voluntaria; palabra de corrupto, antiobrero y ladrón y suma y sigue con los más de tres millones de excluidos sociales, con los derechos sociales trillados, puestos al servicio de La Caixa, del Barcelona World o de Qatar a mil latigazos condenados estamos y las oligarquías financieras y económicas estrujándonos el cuello sea cual sea el trapo que ondee en los Parlamentos… Si le dan la mano al ladrón, xenófobo y peor persona de dinero en Suiza declarado el rey Pujol, donde todo medio de intoxicación masiva en estos parajes privatizados del conde Godó y afines le rinden pleitesía, pues agárrenlo del cuello y pónganlo en cualquier dependencia judicial imaginaria y un tanto por ciento con esas almas sanguinarias que en la Generalitat se encuentran y con tanto genocidio social y ahínco sin rubor se dedican a esclavizarnos cada día un poquito más. Y apuntad a Bruselas hombre, que si estás en la UE tendrás que seguir rindiendo tributo a la Alemania del IV Reich e hincando la rodilla ante el Imperio de los drones y los Guantánamos.
¡Qué machaque neuronal sin ton ni son! Trescientas horas al día vía radiodifusión televisada dominadora de mentes y de consumos desenfrenados con el independentismo neoliberal de dependencia asegurada de mercados de compra-venta de seres humanos y demás seres vivos que a las puertas de la opresión más vil en marcha vamos y el pensamiento único domina y nos consume cada día y nuestras noches con tranquilizantes pasamos y mañana vuelta a las servidumbres diarias.
No soy de banderas, cada día menos y la patria los que me rodean y la naturaleza; cada vez más esquilmada, más mercantilizada. Y ante tanto resplandor identitario ponme una bandera republicana, o mejor aún, una roja y negra también. Y mañana otro día más y Mas en la masía de los Millet y compañía.

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