¡Detente!
Y antes de que te hayas dado cuenta te encuentras con los dientes mordiendo el
suelo. ¿Tu delito? Luchar, rebelarte o simplemente manifestarte porque te han
dejado desnudo bajo la intemperie criminal capitalista. ¿Qué ibas hacer? Si ya
no tienes ni un mal verso que llevarte a la boca, ni un salario de mierda y ni
una jornada laboral deplorable con que deprimirte ante la esclavitud impuesta y
consentida por miedos, resignaciones y ensoñaciones.
Los
dobermans del poder te vienen a buscar te amordazan, te llevan a sus comisarías
para apalearte, encabronarte, humillarte, despedazarte... nadie hablará de ti
desde los centros de control de desinformación masiva que controla la Mafia capitalista. Y si te
nombran los periodistas del régimen, los estómagos agradecidos verterán sobre
ti cubos de infamia y cobardía para presentarte ante la gran borregada como la
escoria que viene a perturbar la paz del hombre blanco. Pasas un par de días en
las mazmorras de la Bestia
capitalista, con un poco de suerte, o quizá un tiempo indefinido por
reivindicar derechos sociales ya extinguidos. O te mueres en extrañas
circunstancias en las cárceles del poder, llenas de pobres vacías de ricos; y
aquí nadie dice nada. Por equivocación enciendes la TV y sin darte cuenta ves la
propaganda goebbeliana ensalzando la gran trama criminal económica, política y
social de los rajonianos, de los mas, de los discípulos de las aguirres que se
van y vuelven con otros nombres, otros disfraces, pero allí están, eternamente
infinitos… Pero de tu muerte, de tu vista sin ojos, de tus días en cárceles
oscuras, de tus vejaciones nadie habla, te silencian, nos silencian. Y los de
la porra, los guardianes de los poderosos, los perros vigilantes del saqueo, de
la injusticia, de la inmoralidad, del crimen legalizado quedan y quedarán
impunes porque el estado los amaestra para controlarnos, seguirnos, asustarnos y
si pensamos más de la cuenta golpearnos para no alterar a la manada y seguir
balando. Y aún creemos en el Estado burgués pese a que estamos subordinados,
envilecidos, embrutecidos, esclavizados con la venda en los ojos y la cocaína
navegando en nuestro cerebro.
Quizá
mañana seamos cualquiera de nosotros, rostros anónimos, quienes abramos la
puerta y veamos el odio y la venganza de algún esbirro del sistema y nos
acribille a balazos por querer mandar en nuestra vida, en nuestro pensamiento,
en nuestra dignidad y gritar ¡YA BASTA! ante el latrocinio diario que andamos
padeciendo.
Cada
día que pasa las servidumbres se hacen más insondables, pero no os preocupéis
nadie hablará de ello mientras haya un gol que celebrar, un periódico que
vender o una televisión que encender. Allí encontraréis los hilos finos y
alargados todos ellos manejados por los administradores de este gran
espectáculo circense, de la gran orgía capitalista, este aquelarre controlado y
promovido por los señores feudales de hoy en día.
UN
GRITO AL SILENCIO: Justicia para los que sufren y han sufrido la brutalidad
policial en este país. Sobran los motivos para la lucha social y unirse a todos
los que no callan porque ya no nos queda nada.
UN
GRITO AL SILENCIO 2: Un ladrido por mi parte. ¿Llegará un día en que todos los
estados caigan y seamos libres en un mundo comunista?...
Noticias y enlaces de interés sobre tortura policial
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