El pasado 22 de febrero
se realizó un concierto de la vergüenza y el crimen organizado por
el multimillonario empresario musical Richard Branson en Cúcuta,
Colombia; la excusa era la entrada de ayuda humanitaria para
Venezuela y la realidad es bien distinta. Su cometido es el apoyo a
la injerencia del gobierno norteamericano en el estado venezolano.
Están a favor del golpe de estado de la extrema derecha venezolana
contra el gobierno legítimo actual. Nada dicen del terrorismo
económico y político que sufre Venezuela por parte del Imperio y
sus siervos para quebrar el país y hacerse con el control de los
enormes recursos naturales que posee Venezuela. El pueblo venezolano
les importa una buena mierda. Los medios de extorsión masiva ponen
sus focos en el terreno, ponen toda la carne manipulada en el asador
para preparar a la ciudadanía atomizada y venderles una nueva
intervención militar y crear otro genocidio más al estilo de Irak,
Siria, Libia... Y al lugar acudieron a actuar corazones putrefactos,
ladillas en descomposición, alimañas buscando el árbol adinerado
donde mejor guarecerse. Gente, gentuza y miguel bosé y alejandro
sanz y allá donde esté el poder, la corrupción, la avaricia y el
mercadeo estarán ellos. De paz hablan apoyando el bloqueo financiero
que padece el país caribeño. Desean una nueva masacre, una
intervención del Imperio, otra vuelta de tuerca más del sistema
capitalista para ahogar a los de siempre.
Dejar a Venezuela en paz; sin guerras sucias, sin injerencias, sin terrorismo económico previamente planificado.
Por qué no montáis un
concierto en Tel Aviv o Jerusalén para cantar por la paz y el fin
del exterminio palestino por parte del gobierno sionazi de Israel; o
por qué no vais a Arabia Saudí para denunciar el genocidio que los
sátrapas saudíes hacen con los yemeníes y con los disidentes saudíes
o aquí mismo se puede montar un concierto en contra del crimen de
los desahucios, de la miseria fruto de un sistema asesino que deja a
más de trece millones de personas en la cuneta, de nuestra
integración en la organización terrorista OTAN que nos hace
cómplices de tantas masacres, soberanos de la nada y súbditos de la
corte magnicida yanqui. Mira si se pueden organizar conciertos a favor de los desheredados pandilla de hipócritas, esputos del privilegio.
“Pedimos
a nuestros colegas, artistas de talento y prestigio, atender nuestro
llamado a la razón y no participar en una convocatoria de dudoso
origen y, sobre todo, de destino muy lamentable” .Unión
de Escritores y Artistas de Cuba... Parece ser que el llamamiento fue
en vano y los que allí tocaron se llenaron como poco de indignidad.