El gobierno social-liberal parecía que iba a tomar una medida de sentido común como era la derogación de la reforma laboral antiobrera del anterior gobierno azul. Sólo era una brisa, pero nada era algo, porque después de esa vienen todas las reformas laborales terroristas aprobadas desde que se convocaron esos infames Pactos de la Moncloa hasta nuestros días y que se deben derribar. Décadas donde se ha aniquilado el movimiento obrero, se ha dinamitado todos los derechos laborales, se ha vendido el país a cambio de convertirlo en un antro para el turismo; de decreto en decreto se ha legislado a favor de la precariedad, de la máxima explotación, del despido libre y de toda una maquinaria de hacer regalos al poder empresarial y bancario para la felicidad del capital; los amos ellos de todo el Congreso de los Diputados o Gran Cueva de Alí Babá y sus distintos reinos de taifas. ¡Pero qué va! Ni eso van a hacer ni han hecho. Lo que sí que harán es abrir las puertas para que vuelva la caza, el fútbol para mantener envenenada a la gente y la coerción policial contra las capas populares del país mientras se protege y se vuelve la vista para otro lado ante el avance del fascismo por nuestras calles. Colas de hambre en barrios populares donde muchas personas se han quedado en el desempleo o mantienen un trabajo en condiciones serviles. Si quieren fases sanitarias podrían empezar por echar a los borbones y que todas esas alimañas pagaran las corruptelas, robos y demás desfalcos que hacen y han hecho. Podrían socializar la sanidad, los bancos, las grandes empresas energéticas, las grandes distribuidoras de alimentación para ponerlas bajo control de los trabajadores; así como repartir la riqueza entre la gente. Y ya después se juzga por crímenes contra la humanidad a los diferentes presidentes del gobierno y toda la clientela hampona que ha mamado de las ubres públicas estatales desde que falleció el tirano hasta nuestros mercantilizados días. ¿Y qué hacemos con el gobierno y la oposición actual? Que se reduzcan el sueldo a la mitad y después a la mitad de la mitad y así hasta la nada. Se vive muy bien ordeñando la vaca del Estado, parasitando las instituciones y viviendo en mansiones con piscina y casita de invitados. ¿Hay clase obrera en los partidos del gobierno? ¡Qué va! Sólo hay esbirros del poder bancario y administradores del capital. Que para eso roban dinero público. Y si les parece poco se lo suben. Como ha hecho el presindentorra en Cataluña que se lo aumenta a los expresidentes para que tengan sueldazos mayores y así él, como pronto será ex de la nada también, pues recibirá mayores emolumentos junto con toda la caterva de amebas y demás adoquines lameculos del régimen, altos funcionarios puestos a dedazo criminal que también cobrarán más y más. Y el abuelo de la mafia, de toda esta gentuza también; ¿también?. Sí, sí... también; seguirá robando el engendro avi Pujol y sin pisar prisión. Mientras tanto la explotación, la exclusión, las desigualdades sociales crecen. Se nos roba a manos llenas. Se nos roba además para dárselo a asociaciones o fundaciones caritativas para que den limosnas a los avasallados. El negocio de los bancos de alimentos, negocio redondo. Capitalismo y justicia social son dos términos contrapuestos; habrá que levantarse y plantar cara a la barbarie; nos va la vida en ello a nosotros y a las generaciones venideras.
El Lince Rojo
EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.
lunes, 25 de mayo de 2020
lunes, 18 de mayo de 2020
De la fase cero a la fase subnormal
Largas
colas del hambre, de los invisibles, de personas sin recursos que
esperan su ración de alimentos para ellos y sus familias. El
estornudo capitalista, es decir, el coronavirus ha provocado que
millones de personas de este país sucumban aún más en el
ostracismo de la miseria. No hay ningún plan, fase, desescalada y
todas esas palabras puestas en marcha por el gobierno para echar un
lazo al cuello de los poderes fácticos y expropiar, socializar y
poner los medios de producción en manos de las capas populares.
Evidentemente es algo que no iban a hacer. Lo normal es lo que están
realizando; no se puede esperar gran cosa de un gobierno rosa,
social-liberal, puesto al servicio de las capas parasitarias. Ni
siquiera se han bajado los sueldazos públicos y, de esta manera,
siguen la estela del gobierno nazionalista catalán que decían que
eso era populista. Sinvergüenzas las veinticuatro horas del día.
Vamos pasando estaciones o fases en el juego de la oca nacional. En
la fase uno ya se podrán pegar tiros a los animales salvajes; se
podrá cazar. Ellos que habían vivido un nuevo renacimiento con la
reclusión de la plaga humana. Y al gobierno patrocinado por Banco
Santander en vez de suprimir toda injerencia privada criminal de la
sanidad y ponerla esta en manos de los trabajadores y de la sociedad
en general; creando una sanidad pública y de calidad dando paso a
una verdadera “fase uno” que mirara por la salud de la gente;
esta se reduce, entre otras risotadas, a dejar vía libre a la caza.
Poco a poco vamos abriéndonos paso a la fase final o nueva realidad
que es la fase subnormal de siempre elevada al cuadrado. Más
vigilados, más explotados, más lobotomizados. Al poder le interesa
además de gestionar como es debido la economía criminal capitalista
poner en marcha cuanto antes el fútbol; cuanto antes mejor, en la
fase paranormal, subnormal o en la que sea; para tener entretenida a
la gente viendo a veintidós privilegiados semianalfabetos dando
patadas a un balón. Circo mucho circo y pan cada vez menos y a
galeras a remar. Porque los subyugados del siglo XXI somos los
galeotes del pasado Antiguo Régimen. Nueva realidad dicen los
plumillas del poder, lameculos de toda esa corte corrupta política
al servicio de la banca y del empresariado mafioso. No habría
mazmorras suficientes para encerrar de por vida a tanto genocida,
criminal, sociópata que vive de este régimen cleptocrático
borbónico burgués. Democracia dicen. Elegir entre cuatro o cinco o
veinte partidos vomitados por el capital que no cuestionan el poder
económico ni social que nos esclaviza. Pues nada nos adentramos en
la nueva realidad. Le damos la bienvenida a los nuevos campos de
concentración con tecnología avanzada.
lunes, 11 de mayo de 2020
Ahora que nos dividen en fases
Ahora
que pasamos de la fase cero a la fase uno, fase dos, fase encuentros
en la tercera fase y así hasta que la calle amordazada con
mascarillas vuelva a ser lugar de encuentros, olvidos y barrancos con
abrazos prohibidos. Supongo que en este andar por los campos de
concentración rumbo al exterminio final nos dejaremos por unas horas
atrás las cárceles interiores, dejaremos de intoxicarnos por lo que
dicen los poderes del capital a través de sus altavoces mediáticos
y exigiremos las responsabilidades genocidas que hubieron y han
habido. En este país donde la miseria va creciendo donde a los
millones de excluidos se les invisibiliza, se les desecha en aras de
la santo sacra y criminal productividad se nos encenderá una luz de
justicia poética y pediremos guillotinas en funcionamiento para que
las muertes evitables acaecidas a consecuencia del estornudo
denominado coronavirus producto de la verdadera pandemia bárbara que
es el capitalismo vean un atisbo de paz en el descanso eterno.
Décadas vendiendo el suelo que pisamos, extorsionándonos,
mercantilizando todos los servicios públicos, inaugurando geriátricos que no eran más que campos de exterminio, privatizando la
sanidad, poniéndola al servicio de empresas buitres con la clientela
servida en bandeja por parte del estado burgués; años vendiéndonos la
moto de que teníamos la mejor sanidad del mundo; tratan a la gente
como subnormal y esclava. ¿Y no nos dábamos cuenta? ¿Aún no nos
damos cuenta del engaño orwelliano?. Los medios de producción han
de estar en manos de la sociedad no del capital. La vida no es ocio
basura y ser un siervo de la tecnología y del consumo alienante.
Supongo que ahora no llenaremos los bares al 30% de su capacidad sino
que abarrotaremos las calles con hachas y antorchas de fuego pidiendo
justicia contra los corruptos, mafiosos, criminales de guerra que
dejaron el país en manos privadas al servicio del imperio. No se
votará a los administradores del capital que son todos los partidos
que están en el arco parlamentario. Supongo que para salir de la
pandemia capitalista se escogerá el camino socialista libertario.
Porque lo otro, ya lo sabemos, limosnas para los avasallados que
pagarán los platos rotos, como siempre. Y hoy paz y mañana
hecatombe. Dentro de las “democracias” fascistas no hay más
camino que el horror económico, el crimen organizado y el salto al
acantilado y sin red. Está ya escrito; ya lo sabemos, es un vivir en
círculo.
jueves, 7 de mayo de 2020
Y murió el torturador
El
torturador Antonio González Pacheco, alias “Billy el Niño”, ha
fallecido a causa del coronavirus. Este ser inhumano, criminal,
terrorista ha cobrado hasta el final de su asquerosa vida del Estado.
Cómo es posible que semejante vómito infrahumano haya muerto
víctima de una enfermedad; que cobrara cada mes su paga; un sueldazo
público por los servicios matones prestados y poseyera intactas sus condecoraciones manchadas de muerte que les dio el Estado. ¿En qué
cabeza cabe?. En la neofranquista que es la que tiene el poder en
este país. No hubo ruptura democrática; los mismos poderes asesinos
financieros, empresariales, terratenientes, mediáticos siguen
teniendo la batuta y los distintos gobiernos no son más que la voz
del amo. Muerto Franco nos impusieron al parricida, corrupto, ladrón,
asesino en serie de grandes mamíferos del Borbón y sucesores. Se
firmaron los Pactos de Toledo que no fue otra cosa que vender el
movimiento obrero a precio de saldo. Con la ayuda de los
nacionalismos periféricos se firmaron reformas laborales
antiobreras, se desmanteló el tejido industrial español, se ha
privatizado todo bien público para que el capital siga robándonos,
se ha instaurado el despido libre y toma y sigue. Somos el segundo
país después de Camboya con más desaparecidos sin que se les
busque, sin que se les entierre, sin que se les haga justicia a
cientos de miles de luchadores republicanos, obreros, campesinos,
estudiantes. Nada sorprendente que este sádico miembro del extinto
cuerpo policial franquista de la Brigada Política Social no acabara
en prisión en cadena perpetua y sí siguiera cobrando un sueldo
pagado por todos y condecorado para más burla a toda la sociedad.
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