Las
grandes empresas privadas farmacéuticas batallan para sacar al
mercado la vacuna milagrosa contra el coronavirus. Grandes sumas de
dinero están en juego. Por lo pronto entre anuncios de eficacia
probada se están llevando enormes dividendos accionistas y
directivos de estas empresas. Desarrollar una industria pública
farmacéutica que no dependa de los intereses del capital. No
Gracias. El gobierno comprará millones de dosis de las disponibles
en el mercadeo de la salud contagiada para erradicar la pandemia.
Nada se ha hecho, evidentemente, para erradicar los criminales
hachazos que tuvo que soportar el edificio sanitario público
estatal. Plantas enteras cerradas. Desvío de dinero de todos para
financiar a la sanidad privada. Precarización de los trabajadores.
Entrada de empresas privadas en los hospitales públicos. Y pasa lo
que pasa. Nada sucede por casualidad. Personas que se mueren con
terrible dolor porque son diagnosticadas tarde y mal de sus
enfermedades. CAPs cerrados hasta nueva orden divina. Como la de mi
barrio que la chaparon durante la epidemia y ya no la volverán a
abrir. Ningún mandatario criminal, vividor y corrupto pagará por el
genocidio. Después de la vacuna qué habrá. Unas reformas de las
pensiones para agilizar su privatización. Una reforma antiobrera
laboral que no será derogada. Una sanidad pública y unos servicios
públicos hechos escombros y con su viaje ininterrumpido de
privatización. Leyes mordazas que continúan y continuarán.
Millones de personas viviendo en la oscuridad, la angustia y la
miseria crónica. Desigualdades sociales al alza. El virus
capitalista que sigue su viaje por tierra, mar y aire. Y allí están
los distintos gobiernos para gestionar y expandir el mal.
El Lince Rojo
EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.
martes, 24 de noviembre de 2020
viernes, 6 de noviembre de 2020
Ganará Coca-Cola o Pepsi-Cola
Elecciones
circenses en el Imperio decadente de los Estados Unidos. La burda
pelea electoral se dirime entre la extrema derecha y la derecha
extrema. Ganará Coca-Cola o Pepsi-Cola. O, tal vez, el campeón será
el capital o el capitalismo. Saldrá vencedor el presunto violador o
el presuntamente pederasta. El zafio anaranjado protofascista de
lengua cloaca o el hipócrita abuelito ultraliberal amigo de los
sionazis y de sátrapas ultraderechistas que saquean los pueblos de
América Latina. Los USA. Un país con más de cincuenta millones de
personas que viven en la exclusión; donde la sanidad está al
servicio de quien se la pueda pagar; con unas desigualdades sociales
que crecen año tras año. Gobiernan demócratas o republicanos.
Ahora toca unos y después otros. El poder siempre en manos de los
mismos. Hoy toca arrasar Oriente Medio y apoderarse de sus recursos
naturales en nombre de la democracia liberal. Después darán una
vuelta de tuerca más para ahogar económica y desestabilizar
políticamente Venezuela hasta que gobierne algún tirano lacayo de
los suyos. Hoy y siempre mantendrán el bloqueo a Cuba. Ganará
Windows o Apple. Veamos pues.
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