Una
señora abortada por las infumables revistas del corazón fétido,
una tal Ana Obregón, ha comprado una niña que ha nacido fruto de un
vientre de alquiler. La venta del bebé se ha producido en EEUU y
esta señora de plástico duro se la traerá a España donde la
gestación subrogada o cuerpo esclavizado de mujer está prohibido.
¡Cuánta hipocresía!. Los vientres de alquiler no es otra cosa que
la violencia ejercida hacia el cuerpo de una mujer que vende su
vientre por motivos económicos. Es otro fracaso de la sociedad. Un
acto amoral y criminal que atenta contra los derechos de las mujeres
de las capas populares. Otra aberración más de esta basura de
sistema discriminatorio y salvaje que es el capitalismo. Mujeres y
hombres ricos que utilizan su fortaleza económica para avasallar el
cuerpo de una mujer con problemas económicos. No verán a mujeres de
las clases privilegiadas vender sus cuerpos para parir niños y
venderlos después. Barbarie y violencia donde se trafica con bebés
y mujeres pobres igual que se compran coches.