En
el frío invierno de 2014 unas 200 personas se lanzan desesperadas a
la playa de El Tarajal; querían cruzar a nado el dique que
separa Marruecos de Ceuta. Querían huir del hambre para adentrarse en un futuro incierto con la esperanza de llegar a Europa. En la parte española les
espera la Guardia Incivil que empiezan a lanzarles pelotas de goma
para que den media vuelta; se hundan, desaparezcan en la infinidad de
las aguas azules. 15 migrantes mueren producto del cansancio, el
miedo, el horror, la barbarie policial. Yacen abrazados por el manto
de agua. Los capturados que llegan con vida son devueltos a
las autoridades marroquíes. La justicia es igual para los
privilegiados e inexistente para los subyugados. Los picoletos, los
mayordomos de la casta privilegiada y si esta es cristofascista
realizan su papel de sicarios del estado con más alegría
sanguinaria, se van de rositas con su masacre. Ya se sabe contra más
pobre, desheredado, humillado es uno más palos recibirá. En este
caso las muertes de estos seres humanos con sus nombres, su vida
aniquilada, su pasado de deseos y temores ha servido para que los
vuelvan a ajusticiar otra vez. El caso se ha archivado
definitivamente y el grupo del tricornio que tiró a matar absueltos; inocentes ante los ojos de la injusticia. Impunidad para los canes
del sistema capitalista y hoy paz impuesta y mañana gloria para el
crimen organizado. Y, para más inri, les han subido el sueldo un 20%
al cuerpo benemérito; están de enhorabuena todo les ha salido
redondo como la nada de sus cabezas.
El Lince Rojo
EL LINCE SOLITARIO RECORRE SU HÁBITAT LIBRE COMO EL VIENTO SIN OBEDIENCIAS, SERVIDUMBRES NI ADULACIONES.
viernes, 31 de julio de 2020
viernes, 24 de julio de 2020
El virus de ida y vuelta
Hoy
como ayer hablan de brotes, rebrotes y la vuelta del virus diablo con
rabo y corona. Vuelven a estar en muchas regiones españolas los
centros de atención primaria al borde del colapso. Los medios de
intoxicación masiva van poniendo el dedo acusador en la gente que se
amontona aquí y acullá. No será que tenemos una sanidad pública
privatizada y que continúan en ello. No será que no hay personal
sanitario y que los hachazos criminales al bien común nos han
llevado a esta situación de caída libre y sin salvavidas. Con una
sanidad pública bajo mínimos, arrollada en la ciénaga. Sin ir más
lejos el CAP que tengo al lado de mi domicilio se cerró desde el día
del confinamiento y así sigue. En Cataluña el gobierno de
incompetentes, ultraliberales, corruptos que padecemos son los que
han saqueado los servicios sociales hasta dejarlos en los huesos
desechos de los muertos. Esta gente de triples residencias, sueldazos
de más de cien mil euros, asesores inútiles, secretarios y coches
con chófer pagados por todos son los que han mercantilizado la
sanidad, los que anteponen la economía criminal capitalista al
bienestar de la gente. Estas sanguijuelas, estos politicastros son
los que deberían estar en el banquillo de los acusados juzgados por
tribunales populares y sentenciados por crímenes de lesa humanidad.
Acaso el exterminio de las residencias de ancianos; desprovistos de
material y personal; anteponiendo el beneficio a la vida de los
mayores no es un crimen. Yo diría y afirmaría rotundamente que sí.
Y, sin embargo, estos infrahumanos sicarios del capital se irán de
rositas como si aquí no pasara nada. Mientras las desigualdades van
creciendo exponencialmente. Una cuarta parte de la población
española viven en el hambre. Un horror, un fracaso de la sociedad.
Esta chusma gobernante que vive de las ubres resecas del Estado no
verán sus huesos en la cárcel. No pagarán ni lo más mínimo el
habernos expoliado para privatizar hasta el aire contaminado que
respiramos. Cuando lleguen las elecciones cleptocráticas saldrán
elegidos los mismos verdugos de siempre. Dentro del sistema global
capitalista no hay más camino que el barranco y la esclavitud. Pero
ya sabemos que es lo opuesto a la barbarie dominante y ese es el único rayo de esperanza, la
única alternativa vital que nos queda; no hay otra posible.
jueves, 16 de julio de 2020
Brotes víricos
El
virus de pacotilla sigue avanzando a pesar de los calores; en Lleida
han medio confinado a la población porque los brotes han aumentado
vertiginosamente. Y mira tú por donde que el origen son los
temporeros subsaharianos; contratados por empresarios de la
agroindustria como mano de obra esclava todo ello permitido y apoyado
por el gobierno corrupto y neoliberal de la Generalitat. Estos
trabajadores que vienen en condiciones infrahumanas para recoger la
fruta a cambio de miseria no tienen ni alojamiento donde dormir.
Pernoctan en las calles y esta inhumanidad, este atropello a la
dignidad, esta vergüenza amoral se produce año tras año. Con el
tema del coronavirus ha salido a flote esta infamia que se mantenía
oculta. Ayuntamiento ilerdense y gobierno catalán mantenían
y mantienen la esclavitud para contentar a los empresarios mafiosos
del sector agrario. Crecen los contagios y se continúa con la
privatización de la sanidad pública. Recortes y hachazos económicos y sociales que se
avecinan por orden y mando de la jerarquía ultraliberal, calvinista
y gangsteril de la UE. Después del shock viene la ejecución a las
capas populares. Gobiernos cada vez más autoritarios recortando
derechos con la excusa del virus. Nos engañan como quieren. La salud
de la gente común les importa una mierda mientras ello no produzca
rédito económico. Anteponen, claro está, la economía criminal
capitalista al bienestar de la sociedad... sociedad alienada,
subyugada, atomizada, empantallada. Mientras tanto el otro virus;
este más abyecto; un virus que se reproduce, un virus expoliador,
ladrón, criminal hasta la estratosfera y continúa el viaje; el virus
borbónico; ahora está de gira por España para no sé qué. Felipe
y familia de viaje para recibir las loas de los lameculos gobernantes
de las taifas; riéndose de la gente; sus súbditos. Las personas que
van a mostrar su repulsa ante la visita del sátrapa reciben las
cariñosas caricias de los perros policía que vigilan que todo vaya
según el orden subnormal y criminal imperante. Hace falta algo más
que tirar de la cadena para que este régimen borbónico capitalista
se vaya al guano de la historia.
jueves, 2 de julio de 2020
Hacia un comunismo medieval
Si algunas cosas buenas entre un millón de cosas malas que tuvo la reclusión
forzosa fue que los animales volvían a reconquistar sus espacios
colonizados por la plaga humana; los niveles de contaminación
cancerígena bajaron considerablemente y la producción mortal de
cosas superfluas descendió y algunas patrañas más que me dejo en el
tintero. Para que la naturaleza nos vuelva a sonreír y las
generaciones venideras vean un futuro más diáfano y feliz que la
segura tumba definitiva que nos espera quizá deberíamos ir hacia un comunismo
medieval. Decrecer y ruralizarnos. Evidentemente no pienso en una
restauración del Antiguo Régimen y de su cosmovisión feudal. Si no de
ir hacia una eliminación de la sociedad individualista,
productivista, desarrollista hasta la hecatombe final, cainita, alienada, consumista, enferma, narcotizada,
lobotomizada. Dejar aviones de lado y dar un vuelco revolucionario
por los medios de transporte públicos terrestres como los trenes de cercanías
para que los automóviles privados vayan dejando su espacio a los
caminantes, paseantes, transeúntes, vagamundos. Ir hacia una
sociedad de cuidados. Socializar los medios de producción. Luchar
contra toda forma de servilismo y explotación incluido el trabajo
asalariado que debería ir camino de su extinción. Sobrevivimos
obedeciendo a leyes contrarias a nuestros intereses. Nos roban
impunemente los poderes financieros. Padecemos la miseria y la
explotación. Cerramos los ojos ante la aniquilación de pueblos y el
expolio brutal de recursos naturales por el Imperio y sus esbirros.
Vemos estupefactos como los medios de extorsión masiva no dicen nada
de la mayor pandemia del mundo que es el capitalismo que mata a un
niño cada cinco segundos. Hacia un comunismo medieval debemos ir que viva en
armonía con la naturaleza, que acabe con la explotación del ser humano por el ser humano. No hay otra vía imposible para acabar con la
barbarie. Como dijo el eterno Aute hay que darle un sentido
comun(ista) a las cosas.
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