Me
despierto con las brasas ardiendo sobre mi cabeza. Hoy no tengo nada que hacer.
No tengo adonde ir. Por no tener, no tengo ni una triste hogaza de pan que
llevarme a la boca. Salgo a la calle con lo puesto: unos pantalones raídos, una
camiseta rota y un grito de hambre en los bolsillos. Quizás encuentre algo de
“trabajo”. Quizás me ofrezcan un contrato por unos minutos, unas horas, un día,
con un poco de suerte un mes, a cambio de la voluntad y si me porto bien tal
vez me ahorre pagar por respirar. Pero antes he quedado para ir a una
concentración. Para protestar. Para salir de los infiernos. Pero siempre es lo
mismo. Siempre pidiendo poner parches al sistema para mejorar la situación. Y
siempre nos quedamos abajo. ¡Me quemo! ¡Me abraso!. Quizás conseguimos arder un
poquito menos a cambio de bajar el ritmo del fuego. Y mientras como lava me
retuerzo, me indigno, me sublevo. La
nobleza parasitaria nos concederá unas migajas para que nos callemos, para
continuar con las servidumbres y seguir con la opresión. ¿Y si nos sublevamos
para derrocar a la nobleza? Porque los de abajo queremos el poder, porque no
queremos vivir en la sumisión. Basta de ser un esclavo y decir a todo AMÉN hasta que la
muerte llame a nuestra puerta. Yo no quiero arder en el infierno. Tan sólo
quiero recuperar lo que me pertenece, lo que es mío, lo que es nuestro. Antes
de quemarme en vida. Exijo, organizo, lucho para conquistar el cielo y dejar de
ser un oprimido, un explotado, un excluido. Nada nuevo invento.
Quiero
un mundo comunista.
Quiero
un mundo feminista.
Quiero
un mundo ecologista.
Quiero
un mundo socialmente justo.
Quiero
un mundo donde los de abajo conquisten el cielo.
¡Qué
ardan en el infierno los especuladores, banqueros, grandes empresarios y demás
calaña terrorista!.
No
quiero que el Demonio Capitalista me pille sentado en el sofá y sin hacer nada.
No
quiero que me mate y arda definitivamente en las calderas de la esclavitud.
No
quiero ser una muerte inútil más de este sistema asesino.
No
quiero que los de la carroña me coman en vida.
No
quiero que la Bestia
me quite los versos de la boca.
¡Socialismo
o Barbarie! No nos queda otra.
Otro crimen más del gobierno
nacionalfascista de CiU dejar desamparados a miles de personas que dependen de
los centros de salud mental, de ancianos y de drogodependientes y no pagar a
los profesionales que trabajan con estas personas. No hay ningún futuro
Tribunal Popular donde quepan tantos atentados cometidos contra los DDHH como
los que están realizando estos profesionales del robo, la miseria y la muerte.
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