Del
creador junto al campechano de los GAL; del dirigente corrupto de un
partido empresa que está y estuvo involucrado en mil casos de saqueo
de dinero público; de la mano traicionera que impulsó las ETTs para
darle otra vuelta de tuerca a las clases trabajadoras de este país,
del de OTAN de entrada no pero sí, el de la reconversión industrial
y otras virtudes más para beneficio propio y de las capas
capitalistas para las que ha trabajado y se ha enriquecido. El
expresidente del gobierno Felipe González ha rebuznado que en España
no hay corrupción política sino un descuido generalizado. Que
desfachatez la de este multimillonario privatizador de empresas
públicas para luego colocarse de consejero delegado para cobrar los
servicios mafiosos prestados. Los miles de euros que cuesta cada año
a los españolitos de a pie el latrocinio orquestado por
politicastros y sus clientes empresariales para que este ancianito
siniestro nos insulte a la cara. Pero qué va a decir semejante alma
cubierta de estiércol si él ha formado parte de las cloacas
putrefactas del estado. El descuido mayor ha sido votar a este ser o
no ser y al otro y al que vino y al que vendrá.
ALREDEDOR
DE 700 PERSONAS MURIERON EN ESPAÑA DURANTE EL AÑO 2017 A CAUSA DEL
TERRORISMO LABORAL. Las reformas laborales antiobreras aprobadas por
los pepes, pesoes, pedecatos y otras larvas neoliberales más a lo
largo de estos años y décadas ha provocado que las capas populares
de este país nos hallemos cada vez en un estado de explotación
mayor. Asesinatos cometidos por el capital que están silenciados por
completo en los medios de extorsión masiva. La precarización
triunfó; se busca mercancía humana barata para conseguir el mayor
beneficio económico para los empresarios a costa del sometimiento más abyecto de las clases subalternas.
Se aceptan unas condiciones laborales esclavistas que producen un
incremento de la mortandad que cada año es mayor; asesinatos del
capitalismo que eufemísticamente hablando se tilda de “accidentes
laborales”. Si no ponemos en cuestión la propiedad privada, el
crecimiento económico y el productivismo como base en que se
estructura estas sociedades no hay otra que seguir en la vía de la
barbarie y, en ese camino, ya sabemos que la deshumanización se entroniza y se enquista.
UNA
DE LAS FÁBULAS de los hermanos Grimm se titula «El gato y el ratón
hacen vida en común». Un gato convence a un ratón de que siente un
gran deseo de intimar con él; comienzan a hacer vida en común y,
con vistas al invierno, compran un tarro de manteca, que esconden en
una iglesia. El gato, sin embargo y con el pretexto de ir a un
bautizo, sale en varias ocasiones y, poco a poco, se come toda la
manteca. Cada vez que vuelve al hogar, se divierte dándole
respuestas ambiguas al ratón sobre lo que ha estado haciendo. Cuando
finalmente van juntos a la iglesia para comerse la manteca, el ratón
descubre el engaño y el gato, por toda respuesta, se come al ratón.
La última frase de la fábula expresa su moraleja: «Así van las
cosas de este mundo».
Extraído
del libro “Crédito a muerte” de Anselm Jappé... Y las cosas se
pueden cambiar; empecemos por abrir la jaula que aprisiona nuestra mente.
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