Cada
año se suicidan en España por motivos socioeconómicos unas 3650
personas. El capital mata y sin piedad. Los sicarios del crimen los
encontramos desde el mundo empresarial, financiero y político. Estos
últimos gestionan los intereses de los otros inframundos comentados
y, a parte, se llevan unas migajas del pastel y gracias a la
corrupción intrínseca del Estado el lavado de dinero, el expolio y
el saqueo a las clases trabajadoras hacen el resto para vivir su vida
loca y criminal. La sacrosanta constitución dice en uno de sus
artículos que todo español tiene derecho a una vivienda digna, me
troncho y me mondo; como también dice que la propiedad privada y la
libertad de empresa quedan garantizadas; eso ya si que sí. Si se defiende por ley el
libre mercado, es decir, el capitalismo todo queda supeditado al
beneficio económico y quien tiene la sartén por el mango son los
que poseen los medios de producción, los que detentan el poder y
hacen del latrocinio a las clases populares su razón de ser como son
las clases privilegiadas. Por lo que el derecho a blablabla
palabrería mojada. Existe libertad para unos, monarquía y su corte
de sinvergüenzas y palmeros politicastros, y ley y orden para el
resto. Democracia cero y explotación infinita.
Y
si hablas y no pasas por el aro el ostracismo o la persecución de la
turba de chupópteros, gentuza, lameculos de los poderosos, soplones,
analfabetos funcionales, arribistas, cobardes y maltratadores caerá
sobre ti.
El
abuso de poder, la tiranía y la esclavitud que son parte de este
sistema criminal en el que malvivimos está haciendo que las clases
trabajadoras vayan a sus puestos de explotación medicados y, en
muchos casos, con parches de morfina para poder seguir resistiendo lo
irresistible; para no perder el puesto de trabajo y verse abocados a
la espiral condenatoria del desempleo. Esto conlleva a tener
enfermedades y que la mortaldad entre los trabajadores aumente.
Recordemos que la diferente esperanza de vida entre una persona que vive en un barrio popular, por
ejemplo de Barcelona, y otro de los barrios privilegiados es de diez
años entre uno y otro, claro está, a
favor del segundo.
Trece
millones de españoles que viven en la angustia del hambre, en la
oscuridad y con un ojo en la puerta a ver si vienen los matones de la
policía con una orden de la injusticia y el privilegio a echarles de
sus casas. Y otros tantos con la desesperanza en el corazón, con el
miedo a perder el trabajo esclavo porque si no hay dinero, el que nos
roban, no hay techo. El capitalismo un señor respetado y un asesino
en serie sin escrúpulos alguno. Te querrán engañar, manipular,
pintar las rejas de colores de la cárcel. Vendrán partidos y purria
subhumana que quieren cargos, asientos, poltronas a cambio de votos y
un buen sueldo público para montar circos y defender este sistema y
administrar los intereses de las clases burguesas. Pero el engaño
para quien se deje engañar; sin huelga general indefinida y
abstención no hay manera de derribar un sistema basado en la
dominación humana , en la jerarquía, en el saqueo a las clases
subalternas, en el beneficio económico como único y fin último y
la propiedad privada como garante de sus libertades.
El
capitalismo, único sistema que domina este mundo en decadencia; mata
cada año debido al hambre y a enfermedades curables a 13.870.000
personas. Sin contar las guerras imperialistas que asolan Oriente
Medio y África. En Irak llevan ya más de un millón de muertos,
otros tantos en Afganistán, Siria; Libia... Se arrasa un país y a
su gente, se le roba sus recursos naturales; se producen movimientos
migratorios para escapar de la barbarie; y el crimen del capital
manda sus onegés, fundaciones con ánimo de lucro y demás mierdas a
poner tiendecitas de campaña en campos de refugiados para las víctimas y otro tipo de caridad para
lavar la imagen; se reconstruyen las ruinas bajo los designios del
capitalismo salvaje y forrarse a cuenta de ello y aquí paz y mañana
saqueo.
Vivimos
bajo un sistema criminal y nos manipulan, nos engañan, nos
embrutecen, nos esclavizan para que no veamos la realidad o pensemos
que no hay más salida que esta derrota.
Es tan indignante, tan de guillotina en la plaza, tan de locura y explotar las ciudades al mar, que hay toda una elaboración de confusión, desde las universidades, hasta todos los medios de comunicación, hacia la anticonciencia e ignorancia profesional y con título y puesto elevado de clase.
ResponderEliminarEsas constituciones nacidas en su día para frenar la revuelta social, sólo sirven para poner el nombre de la plaza de la constitución donde un ayuntamiento devora al pueblo y a su capacidad de decidir.
Y por ahí en su letra pequeña, amparan el regreso de las condenas a muerte si ven peligrar su imperio... ante la verdadera constitución de los de abajo.
Joder perdona la parrafada. Se me rompió el pecho al leerte.
Abrazo Ángel! Salud
Como dices, abstención y huelga general indefinida, pero la peña no está por la labor.
ResponderEliminarHace unos años, cuando aun se podía elegir trabajo, la gente prefería uno más duro o más penoso para ganar más, hacer horas, tener mucha basura que les costaba mucho mantener. Ahora que no pueden escoger se lamentan de lo que tienen, lo que sembraron: La culpa es nuestra.
Salud!
Como bien dices "nos esclavizan para que no veamos la realidad o pensemos que no hay más salida que esta derrota", lapidario. Son personas que ponen toda su fe y esperanzas en el sistema, todo lo conseguido en el y todo lo arrebatado. Personas sin salida. Quien no consiga canalizan y transforman esa frustruación acabará igual. Hay posibilidades, pero no están en este mundo capitalista.
ResponderEliminarSalud!