El
muro del horror que adorna la muerte en Melilla se consagra en la cúspide con
cuchillas para disuadir, herir, matar a los olvidados que quieren saltar los
alambres de metal y venir a la
España carcelaria o al resto de la Europa fascistizada. La
malla “antitrepa” la denominan, ironías de la vida maltratada, los trepas del
poder criminal; los dementes que dirigen, secuestran los estados que se
arrastran entre el crimen y el oprobio más atroz llamando trepas a las víctimas
de la barbarie capitalista. Los quieren degollados, malheridos, marcados para
que no entren en la Europa
de la razón volatilizada; que mueran de poquito a poquito, de uno en uno que es
más digerible a morir a centenares en las costas mediterráneas auxiliando al
ahogo para que la muerte se lleve contra más mejor y alejado el estruendo el
silencio macabro que el poder fomenta vuelve a su cauce. Y hoy paz mortificada
y mañana gloria para los de siempre; para los engendros del horror, para los
sirvientes del capital, para sus señorías del crimen, para los brazos
exterminadores que se esconden en falsas fachadas de democracias mentirosas.
La
sangre que corre por las alambradas de estos muros de la inmoralidad; del inmigrante
perseguido, apátrida de patrias manejadas por las clases poderosas, explotadoras
de aquí, de allá y del más allá también. Buscas refugio, oportunidades en
tierra hostil; quizá el destino sanguinario te encierre en algún campo de
exterminio llamémosle CIES y la pesadilla dura y nunca acaba. Nos levantamos,
lavamos, comemos si tenemos algo que comer y salimos a la calle a devorar un
nuevo día que termina cenándonos una vez más. Saltas la valla de la inhumanidad
y quizá accedas al espanto de un nuevo anochecer porque el amanecer nunca
llega; ya ni lo esperas, caminas por estos inframundos y has pasado del horror
al espanto con persecución policial diaria. A fuego con la naturaleza,
bombardeo diario contra derechos laborales, sociales contra… la vida misma,
gaseada lentamente así es la rapiña diaria en esta Unión Europea de las SS. Y
tú que vienes con lo puesto que es nada y lo robado que es todo a estos parajes
de desnutrición masiva; quizá te salves del ahogo, de la paliza en comisaría,
de la extradición asegurada hacia tu país envuelto en llamas de una guerra que
perseguía tu eliminación, nuestra muerte.
La
mañana espera el caminar en procesión con los ojos vueltos del revés a las
humillaciones permanentes de un nuevo día. Con el piloto automático puesto en
marcha a trabajar con un sueldo de vómito persistente con caída libre continuada
y, el terrorismo económico que no respeta ni tu servil transitar por la vida te
despide del trabajo y te deja con la nada en los bolsillos oyendo la risa del patrón, la carcajada estentórea del político bufón de la corte y del Santander
pasando por La Caixa;
la burlona sonrisa de la mafia cortesana con sus palacios, yates y la vida de
lujo de la aristocracia del régimen borbónico todo pagado por ti y por mí y
ellos a risotada limpia cachondeándose de nosotros. Y me teledirijo hacia
ningún lugar y me topo, me cruzo, me choco con el inmigrante que pasea su carrito
lleno de trozos de metal o quizá sea yo el del carrito.
Y
ME PALPO EL CORAZÓN A VER SI AÚN LATE AUNQUE SÓLO SEA POR TRISTEZA O RABIA
INCONTENIDA y veo al representante de las soberanías de la élite catalana, el
corrupto, ladrón y antiobrero por esencia Mas y sus correligionarios del
expolio del bien público y nuestra vida cotidiana; se han ido a Israel para que apoyen sus deseos
de patrias privatizadas, esperando el respaldo de quienes cuentan en el mundo… A
mí este sinvergüenza no me representa, aunque me expolia a base de bien al
igual que su compañero de robos la gaviota neofranquista Rajoy.
Se
va a Israel pedirá, que ya sabemos que no, explicaciones por la muerte de
Arafat, por el exterminio del pueblo palestino, por las humillaciones,
torturas, tierras arrasadas, cuando no, robadas a los encarcelados en ese campo
de concentración que son los territorios masacrados, perdón, ocupados palestinos. Hay que estar con los
que hay que estar, rebuznó el genocida social, con los estados sinvergüenzas,
terroristas, con los poderosos que masacran ese es el espejo en el que hay que
mirar y deformarse. Y, aún va, el gestor corrupto del capitalismo en su versión
catalana y en su afán por difamar, mentir, apuñalar la realidad va alardeando
del I+D catalán por esos territorios después de haberle metido un hachazo del
27%. Me voy, me marcho, me largo de aquí a buscar el lavabo más cercano y vomitar todo el asco que se ha ido acumulando en mi doliente estómago.
Suscribo todo lo que dices.
ResponderEliminarLos genocidas están con quien hay que estar, y nosotros/as con los otros: con quien no hay que estar.
Y denunciar la mentira de éste trapantojo, de ésta aséptica y bidimensional calcomanía de colorines chillones que éstos grises hombrecillos de corbata y orden han implantado por decreto sobre la piel desnuda, almizclada y peluda de la Vida. Y combatirles como se pueda, con metáforas, con disidencia existencial o con puñetazos.
¿Cómo no voy a suscribir desde la primera hasta la última palabra de este certero escrito? Vomito también, con rabia y desde lo más hondo de mi entrañas, sobre toda la inmundicia gobernante de este país, de Europa y del mundo.
ResponderEliminarSalud!
Es el muro que protege a la mafia, al capital, a los corruptos, a los que cobran en sobres, a quienes privatizan la sanidad pública o matan de hambre a millones de seres humanos. Un abrazo amigo Ángel.
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