La
impunidad lanzó bombas contra una Siria destruida, aniquilada,
pasada a cuchillo y bomba de racimo. Un supuesto ataque con armas
químicas contra la población civil por parte del gobierno de Al
Assad ha servido de excusa y mentira criminal para que esa aberración
hitleriana de pelo zanahoria llamada Trump, presidente del Imperio, y
sus lacayos de Francia y Gran Bretaña bombardeasen el país árabe.
La nulidad mental y mojón que nos ha tocado en desgracia en este país
también ha apoyado el brutal ataque; desde la base de Rota salieron
distintos aviones para realizar la tarea genocida de bombardear al
país asiático.
Mientras
una pelea de bar en Alsasua se tilda de terrorismo y se juzga como tal porque en
medio estaban unos guardias civiles. Hay unos jóvenes que llevan ya
más de 500 días de prisión preventiva de manera injusta por dicho suceso. El
bombardeo y la masacre de cientos de miles de personas les sale
gratis a los autores de despacho y lisonjas millonarias que nos
gobiernan; aquí no hay prisiones preventivas para los que pisan alfombras rojas, manchadas de sangre.
Se
ve que masacrar un país impunemente y apoyar la matanza de manera
incondicional por parte de este gobierno de mierda y vasallo hasta la
náusea del país del zanahorio; no es terrorismo. Eso no. Han
saqueado Siria, han financiado a los terroristas islámicos, han
robado sus recursos naturales. Cientos de miles de personas con sus
nombres, apellidos, alegrías y llantos asesinados sin ton ni son,
mujeres violadas, gente desplazada. Y eso no es terrorismo. El millón
de muertos iraquíes fruto y desgracia de la guerra de Irak promovido
por los mismos estados occidentales de siempre no es terrorismo; por no hablar de
Libia, Afganistán, Palestina y toma y sigue. Pero no se aplicará
ninguna ley antiterrorista de busca y captura para los Macron, May,
Major, Bush, Obama, Aznares y demás sanguijuelas homicidas. Ni habrá
leyes de Núremberg para estos aprendices aventajados de Göring.
¡Qué va! si aquí vivimos en democracias donde se respetan las
libertadas; las de los poderosos y del capital claro está.
Y
recuerda si tu puño aterriza en la cara de un policía de paisano en
un bar fruto de la embriaguez y los mutuos insultos; es terrorismo y
todo el peso de la injusticia caerá sobre ti. Si por el contrario te
apalean unos polis por asistir a una manifestación; es que eres una
persona violenta que va en contra del estado de desecho y sus
libertades carcelarias. Y que viva el cinismo.
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