El
Estado, y no sólo éste sino cualquiera, está controlado por los
poderosos para que sus intereses, sus robos y su ley esté a buen
recaudo. No hay Estado protector con las clases populares; no hay
mayor mentira que esa; evidentemente sí es benefactor con las
clases pudientes y con los ladrones de traje y corbata. Se puede ver
en los casos de los delincuentes financieros Rato y Blesa que han
eludido la cárcel de forma provisional y sin fianza a pesar de haber
robado millones de euros; de esta manera siguen el rastro del cuñado
del rey. El difunto Emilio Botín, que buen infierno le guarde, a pesar
de tener cuentas millonarias en paraísos fiscales se le declaró
intocable y pudo seguir delinquiendo tan ricamente hasta el final de
su asquerosa vida. Ya no digamos el caso de políticos, virreyes, caciques y
otras morrallas de la cleptocracia borbónica como el caso de Pujol
al cual se le rendía pleitesía hasta la nausea por tv3, medios de
incomunicación, tierra, mar y aire. Con desfalcos millonarios,
blanqueo de capitales, cobro de comisiones de toda obra pública que
se hiciera y así se iban engordando las arcas de esa cueva de
ladrones que era y es CiU o como se le llame ahora. Y libres están
como los vientos huracanados y contaminados que respiramos. A la
cárcel y sin demora van músicos urbanos, titiriteros,
sindicalistas, manifestantes y toda persona que cuestione el orden
subnormal de las cosas, el mundo al revés en el que vivimos. A la
infanta retrasada mental que firmaba desfalcos y vivía como una
diosa descerebrada quedó absuelta y hasta su nombre ha sido
borrado de la sentencia del caso Nóos. Vivir para creer. Y a esto le
llaman Estado de derecho. Derecho para el privilegio y el crimen
organizado y palos y prisión para el resto.
Los timadores, los usureros profesionales, los estafadores bancarios, los
presidentes de los seis principales bancos españoles se embolsaron
22,2 millones de euros durante el pasado año ¿Y para qué coño
queremos bancos? Será que nos gusta que nos roben. Mientras tanto
las capas expoliadas trabajadoras viviendo con sueldos de mierda en
trabajos precarios o con un desempleo fijo en el batallón de los
desechables para el sistema genocida.
2016 se despidió con más de 60.000 desahucios en España. Más de 60.000
personas fueron arrojadas a la calle, al frío, a la intemperie.
Agresión planificada, violencia organizada por los banqueros de
sueldos millonarios y sus perros políticos en este estado burgués
donde se protege al poderoso y se le hurta y se le apalea al pobre.
Cataluña, donde gobiernan las derechas y las izquierdas capitalistas
juntas en la revolución de los abrazos y los besos de judas por el
bien de la división y la exclusión identitaria y social, ha sido la
comunidad atomizada que más personas han visto como los expulsaban
de sus hogares.
Estado burgués y capitalismo dos caras de la misma barbarie...
¿Estado de derecho?
ResponderEliminar-Otro que entendió mal, ¡Estado de derechas!
Salud!
El otro que soy, por fortuna o por desgracia, lo entiendo todo y su contrario también.
EliminarSalud!