La
visita de los líderes sindicales, de UGT y CC.OO., al Borbón no debería
extrañarnos lo más mínimo. Es otra página más de los sinsabores y traiciones
perpetrado por la cúpula dirigente de estos sindicatos amarillos. Acaso no
saben o no entienden el papel del rey, su posición o posicionamiento no sólo
ante esta crisis-estafa sino desde que comenzó su reinado por obra y gracia de
Franco. Acaso no ven o no quieren ver toda la corrupción que envuelve a la corona,
el compadreo con los poderosos y las mofas continuadas en contra de la clase
trabajadora por parte del monarca.
Por
qué no se reúnen con los demás sindicatos alternativos, movimientos sociales,
políticos… en busca de puntos de encuentro, enlazando luchas, convergiendo
resistencias para movilizaciones a favor de las clases populares de este país;
explorando alternativas, combatiendo conjuntamente para cambiar la dinámica y
socavar este sistema que está dejando en la cuneta a millones de personas.
Ellos
siguen con lo suyo; buscando pactos con derrota, con discursos vacíos,
traicionando a los trabajadores siendo cómplices de la situación de hecatombe
social que padecemos.
Ni
la más leve sombra queda de la UGT
de la II República
entonces totalmente contestataria y a favor de los intereses de los
trabajadores luchando por una transformación política, económica y social en
beneficio del eslabón explotado, la clase obrera.
Hoy
por hoy, UGT y CC.OO., son dos sindicatos derrotados, absolutamente
burocratizados, dependientes del sistema vigente. Desde que se instauró esta
seudodemocracia en España tras la muerte del tirano hemos visto como norma
común la claudicación continua de estos teóricos “representantes” de los
trabajadores. Han abrazado sin contemplaciones el sistema capitalista, actuando
siempre a la defensiva a la hora de luchar por los intereses de los obreros y
tragando todas las reformas laborales habidas y por haber.
No
dudaron en aplaudir, jalear y aprobar la entrada a la UE, el Tratado de Maastricht y
el Tratado Constitucional de la Unión Europea del 2005. Es que no leyeron
semejantes atentados en contra de los intereses sociales, políticos y
económicos de la gran mayoría de la población. Por qué plegaron velas y se
pusieron a dar saltos de alegría y alborozo ante semejantes aberraciones
sociales que son la prueba latente de lo que está pasando.
Y
lejos de rectificar y cambiar el rumbo de sus actuaciones siguen con las mismas
perversiones; y no se les ocurre otra cosa que ir raudos y veloces a la llamada
del Gran Corrupto Mayor de las Españas. Otro acto patético y lamentable que se
suma a los despropósitos cometidos por estos sindicatos.
Pero
existe otra vía, otra esperanza como son los sindicatos alternativos que forman
parte de la izquierda combativa, la que resiste, la que lucha a favor de los
intereses de los trabajadores, que pelean con los de abajo, que combaten el
sistema. Hay está la CNT,
la CGT,
Solidaridad Obrera, Co.bas y otros tantos que me dejo en el tintero; que son el
sindicalismo resistente, los que hay que tener en cuenta.
Excelente y es mi humilde opinión. Y sí, entre los sindicatos combativos te dejas a uno importante, el SAT. Un saludo
ResponderEliminarGracias. Y efectivamente me he dejado el SAT todo un ejemplo de la izquierda combativa, un ejemplo a seguir. Salud
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