Perder un ojo

La chica de 18 años que perdió un ojo fruto de un balazo de espuma tirado por los mossos d´esquadra en las manifestaciones que han habido por la prisión del rapero es un hecho irreversible. Esta joven es la auténtica víctima de todo esto. Le han arrebatado un ojo y le han dejado tuerta de por vida. Ha pagado un alto precio por acudir a la protesta. La han condenado para siempre. A esta mujer le han quitado un ojo y gratis porque al culpable no le cogerán ya que lleva placa y va armado. Entre ellos se cubren. No habrá más investigación de lo sucedido que la farsa en su gran circo de comediantes. En la pasada década durante la crisis y estafa capitalista que comenzó en el año 2008 hubo grandes movilizaciones por los hachazos sociales y la miseria que avanzaba sin demora por nuestro país. Ester Quintana en una de las movilizaciones que hubo en Barcelona perdió un ojo por un disparo de los mossos y, como era de prever, nunca se supo el nombre del agente homicida que apretó el gatillo. Se fue de rositas y, supongo, que sigue ejerciendo su trabajo, o lo que sea eso, tan tranquilamente. A ella la dejaron tuerta y sin justicia. Otro hombre no tuvo tanta suerte y lo mataron de una paliza unos mossos en una calle de Barcelona, Juan Andrés Benítez se llamaba. A este señor lo asesinaron y tampoco se le hizo justicia. Los asesinos jamás pisaron la cárcel. Y la lista de brutalidades aún es más larga. Duele y hay que exigir justicia ante tanta impunidad. Que te quiten un pedazo de tu carne sin ton ni son. Porque sí. Sin que medie una pizca de la ciega justicia debe ser frustrante, doloroso, deprimente. Ella ha sido la que ha pagado los platos de la barbarie y de la senda cainita de la sinrazón.