Cada
día son desalojados de sus moradas miles de personas, familias enteras en este
país, más de 520 desahucios al día, un auténtico crimen social. El silencio es
ensordecedor por parte de los medios de destrucción masiva ante la vergüenza y
el drama humano que se esconde en cada rostro vejado y humillado ante la
inminente y violenta expulsión de sus casas.
La
infancia robada y el llanto de los niños que acompañan a sus familias en el
trauma de ver como son arrancados de sus hogares es un acto de puro terrorismo estatal; porque el dedo acusador de
esta trama criminal dirigida por banqueros y especuladores así lo ha decidido;
mientras la mafia política servil a los intereses de esta abyecta minoría pone
en marcha los mecanismos para que así sea: desahuciados en manos de la
intemperie en nombre del robo, la muerte y la codicia.
Y
otros desahuciados campean por el suelo nacional, los que han perdido el
trabajo, quizás simplemente el último escalón para que te desahucien de tu
vivienda. Cuando ya no eres más que un papel de usar y tirar para el patrón tu
despido no vale nada, eres carne de cañón que alimenta al fuego de la exclusión,
desahuciado del trabajo a pesar de las horas extras realizadas a coste cero, a
pesar de ese sueldo de hambre que veías disminuir año tras año, a pesar de
haber doblado la cerviz diariamente para poder comer los tuyos y tú.
Y
los desahuciados de mente; los que están o estaban abducidos por las ilusiones
vendidas por un sistema fabricante de consumidores, de muertos vivientes,
vendiendo cocaína para una carrera feroz para ver quien poseía mayor número de
necedades, quien llegaba a la meta para consumirse finalmente el cerebro antes
de ser devorado por el hambre insaciable del gran mesías, el Gran Capital.
Pensemos,
alimentemos nuestras mentes, rebelémonos; habrá que desahuciar a los que nos
desahucian. Desahuciemos pues; empecemos por el congreso, la zarzuela,
parlamentos autonómicos, diputaciones, constituciones borbónicas, medios de
comunicación, bancos, tribunales de justicia… y socializemos todos los espacios
privados, socializemos la democracia.
AYER
FUE UN GRAN DÍA: La victoria del socialista Hugo Chávez en Venezuela fue una
gran noticia para el país caribeño que continúa con sus reformas sociales
camino del Socialismo del siglo XXI. La dictadura mediática fascistoide que
vive esta condena de país, llamada España, anda llorando sus lágrimas neoliberales y
ultraconservadoras ante la derrota del cacique, golpista y representante de la
oligarquía financiera y económica Capriles.
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