Uno
se levanta de la cama a ver que nueva miseria, que nuevo latigazo, que nuevo
bofetón, que nuevos odios nos deparan los designios del señor.
Quizá
hoy me despiden del trabajo, o se me agota el escándalo miserable de mi
prestación por desempleo, o me desahucian, o me apalean en una comisaría, o me
revientan un ojo por luchar por mis derechos, o me privatizan la vida, o me
matan poco a poco colocando soga tras soga en mi asfixiado cuello.
O
simplemente acabo de raíz con mi vida porque la desesperación, el
acorralamiento, la avaricia y un gobierno ciego, asesino, gestor del poder
imperante así lo manda, así lo mandó con un hombre navarro que se quitó la vida, o más bien, se la robaron, lo mataron los mismos bancos, los mismos
nombres, los mismos gobiernos que campean por las Españas tiranizando nuestras
vidas, apaleando nuestras luchas, saqueando nuestra felicidad. Mi más sentido
lamento, mi rabia más enconada hacia esta nueva víctima de los Rajoy, los
Botín, las Merkel, los Draghi… culpables por estafa, por seguir políticas,
ideologías que han asesinado a este hombre, que mataron a otros hombres y mujeres
y que nos seguirán matando, esclavizando y empobreciendo sin tregua. No hay
perdón posible para toda esta inmundicia que mueve los hilos de nuestra
mercantilizada vida; quizá algún día se instaure la justicia, tal vez veamos
amanecer miles de Núrembergs que encierren en oscuras mazmorras a todos estos
servidores del gran Dios Nuestro Señor, el Capital; puede que nos volvamos por
fin ateos y caiga esta religión, este capitalismo infernal.
Y
en los infiernos está viviendo Ester Quintana, una mujer que le quitaron un
ojo, porque así lo decidió un conseller de Gobernació llamado Felip Puig;
comandante en jefe de los mossos d´Esquadra, unos batallones implacables con
los de abajo, fieles destacamentos de la violencia dirigidos por los poderosos
para amedrentar y dominar a los de abajo. Ni el señor Mas, ni, por supuesto, el
señor Puig han llamado ni llamarán a Ester, ni en los pactos postelectorales se
hablará de ello, de esta ciudadana que se rebeló el 14N, día de la Huelga General, y que terminó
con la pérdida de la visión de un ojo por la brutalidad policial. Seguramente
dormirá tranquilo el señor Puig; no sabe lo qué es perder un ojo, no sabe qué
es el dolor de un niño, su llanto, su sangre porque un golpe de porra así lo
determinó. Se jactan, se ríen, se defienden, son culpables los Mas, los Puig y
compañía pero no dimitirán, ni comparecerán en ningún tribunal, seguirán en las
poltronas que administran estos saqueos.
Y
cuando la justicia actúa livianamente, escasamente como fue el caso del
encarcelamiento de unos mossos por apalear a un detenido en una comisaría…¡zas!
el laureado gobierno de Mariano Rajoy los indulta y además podrán incorporarse
al servicio, para seguir dando mamporrazos a diestro y siniestro. No sé que
cara se le habrá quedado a la persona que sufrió estas vejaciones, este
maltrato, estos golpes al conocer la noticia, al comprobar que no hay justicia
para los pobres.
Violación
tras violación de todos los artículos de los DDHH, no sé si quedará alguno por
mancillar, pero sin duda no tardarán a ponerse manos a la obra para terminar
bien el trabajo.
PD: Nuevo ataque a los pensionistas, se bombardea el mísero sistema público de pensiones que aún tenemos; objetivo a la vista: privatizarlo.
Noticias y artículos de interés
Algunos números de la crisis por Pascual Serrano en Rebelión
Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo por Pablo Iglesias en Público
No hay comentarios:
Publicar un comentario