Más
de un millón de catalanes viven en el hambre y la exclusión social
en la tierra de Federica Montseny. Personas de las capas populares
que el gobierno ultraliberal de estelades y lazos amarillos de la
generalitat ultraja, empobrece, roba; alentando las desigualdades
sociales todo ello bien tapado con la bandera. Caer enfermo o tener a
un familiar cercano recorriendo infructuosamente los pasillos de un
hospital; perderse en el marasmo burocrático para ponerse en listas
de espera con colas de meses para que te hagan una prueba, en muchos
casos, de más muerte que vida es una injusticia, una humillación
constante, un crimen. Han mercantilizado los servicios sociales, el
bien común privatizado. Cada día que pasa las clases trabajadoras
están más sometidas, más esclavizadas, más pauperizadas. Pero lo
importante es el tema nacional; ahora por la convocatoria de
elecciones generales del próximo día 28 de abril la junta electoral
central ha ordenado retirar los símbolos partidistas de los balcones
de las instituciones públicas catalanas. En este caso habría que
quitar todas las banderas. Pues bien a lo que íbamos; el Torra ese
ser ultracatólico y neoliberal ha dicho que no retira ni las
pancartas, ni los lazos ni las banderolas independentistas pero que sí que las retira; otra performance más de este sujeto. En
realidad tendría que retirarse él que es un gran lazo amarillo
bípedo. Hace unas pocas semanas murió en una comisaría un joven
detenido por los mossos d´esquadra en extrañas circunstancias y no
vi ninguna condena ni se pusieron un crespón ni amarillo ni naranja
ningún miembro del secesionismo burgués del parlamento.
En
junio de 2011 cuando se rodeó el parlament ante la aprobación de
los recortes sociales protagonizados por el gobierno de Mas; unos
hachazos económicos y sociales que han provocado un incremento de la
pobreza de las clases subalternas, el gobierno de los Mas y compañía ejecutaron unas acciones represivas brutales a través de sus
mossos d´esquadra contra manifestantes, disidentes, estudiantes y
obreros que se opusieron a tales medidas impuestas. Los gerifaltes
del govern de la Generalitat denunciaron ante el Tribunal Supremo a
jóvenes manifestantes que participaron en las revueltas del
parlament de comienzos del verano del 2011. Personajes como los Forn,
Turull, Mas y demás miembros de la corrupción convergente, pedecata
o como se llamen se presentaron como acusación y aplaudieron con las
orejas al tribunal y al juez Marchena porque condenó a los jóvenes activistas; el valido
de puigdemont, el Torra; entonces escribía sobre los que nos
manifestábamos contra la jauría criminal capitalista de la
generalitat y sobre los que rodearon el parlament en el año 2011 en
contra de los hachazos sociales
“pandilla de memos (…)
que nos lleva directamente al quinto mundo. (…) ni en Uzbekistán
pasa esto, que es intolerable, democráticamente hablando”...
palabra
del actual presidente de la generalitat; entonces no se pusieron
lazos amarillos, ni hablaban de déficit democrático ni nada por el
estilo; actuaron de verdugos contra las víctimas; “memos” para
la criada de waterloo; de las políticas antiobreras que ellos
implementaron y, evidentemente, su único objetivo era ver a estos
jóvenes bajo la sombra. Algo que celebraron con gran alborozo cuando
así sucedió. No se habló entonces de presos políticos ni los
medios de extorsión masiva de tv3% hablaban más de cinco minutos
sobre ello si no era para criminalizar a las víctimas. El tema
esencialista tapa la lucha de clases que padecemos y que perdemos a
uno y otro lado del Ebro. Inexorablemente.
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