El borbón reinante
Felipe VI elegido jefe del estado tras la abdicación del
comisionista, ladrón y asesino de grandes mamíferos, Juan Carlos I,
rey emérito y que, a su vez, fue nombrado sucesor en la jefatura del estado
por el asesino de masas, el dictador Franco; ha rebuznado y violado
la palabra democracia; ha dicho no sé qué del estado de derecho o
desecho. Un señor que se hace nombrar excelencia o excremencia que
cobra o nos roba del erario público cerca de 250.000 euros al año
más otros emolumentos sin especificar con palacio gratis incluido
que viene en el lote escupe sobre la palabra democracia. Este ser
ungido por la gracia de la divina providencia del valle de los caídos nos habla de derechos y
libertades. Si no te ha elegido nadie alma de cántaro, si acaso el
crimen, y si no vuelve la vista atrás y hallarás el franquismo que
os hizo regresar de las tinieblas. El privilegiado borbónico que
vive a costa de todos los españoles habla de leyes y de estados de
derecho que a él le protegen. En un país con más de trece millones de
personas que viven en la oscuridad de la pobreza, donde la
precariedad laboral es el pan rancio de cada día, donde se ha
privatizado el país para la alegría del capital y del sector
criminal financiero y empresarial; de los que el borbón es un
elemento indispensable en el andamiaje ultraliberal que padecemos nos parlotea con sorna de democracias, leyes y justicias.
Democracia dice el
corrupto coronado, usurpador de la soberanía popular. ¿Democracia?
Democracia parlamentaria nos cuentan que es ese circo que se montan
en el congreso de los diputados y demás parlamentos donde se debate
de nada y se legisla sobre leyes que protegen al poder real y
aprietan las tuercas a las capas populares. Discusiones teatrales que
nunca van a la raíz del problema que es el capitalismo esencia de
las desigualdades sociales y económicas que sufrimos; de la
esclavitud salarial que malvivimos. De que no hay más patria que la
que dictan los mercados y la que señala el camino criminal a seguir
por el Gran Imperio del Norte. De nada de eso se dialoga, discute,
razona tan sólo de la intensidad del ruido y de como toda su basura sirve para rellenar el estiércol mediático. Y por ahí anda
también la izquierda de caviar institucionalizada fiel gestora de
los intereses de los poderosos.
Democracia rebuznó el
tirano borbónico. Cuánto cinismo y qué barato se compra.
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