Se acercan tiempos de votaciones: dejamos los barrotes de la cárcel negros o los pintamos de colorines

Ahora se acercan borrascas electorales para elegir entre más de lo peor o de lo peor lo más. Siempre bajo la égida del capitalismo criminal, de una constitución nacida bajo los tanques franquistas, de una monarquía abyecta, ladrona, anacrónica, corrupta, ilegítima sustentada bajo los cimientos de cientos de miles de asesinados por el fascismo; luchadores que siguen enterrados en cunetas mil veces ametrallados por el Estado actual fascista y esperando una justicia que nunca llega.

Los medios de difamación masiva hablan de recuperaciones económicas; claro está, de la banca, de las empresas del IBEX-35, de la clase política que gestiona los intereses de estos grupos privilegiados, de esta corrupción institucionalizada y normalizada de esta infamia llamada estado de desecho.

Más de trece millones de españoles malviven en la exclusión social; comiendo hambre mientras el terrorismo bancario es alimentado por millones de euros pagados por todos nosotros. Cientos de miles de personas viven en el frío, lloran en la oscuridad porque no pueden pagar el chantaje criminal en forma de recibos del gas y de la luz que las empresas mafiosas energéticas reclaman. Las mismas empresas que fueron privatizadas por los pepesoeros para saquear a las clases populares de este país. Véanse las morteradas de millones de euros que se han embolsado los expresidentes camorristas Felipe Gal González y Aznar por el timo bien hecho pasando de gestores de los privilegiados a tener cargos honoríficos en las empresas mercantilizadas. Negocio redondo y recompensa por la barbarie realizada. Mientras tanto miles de trabajadores han muerto por el frío, la desesperación, la noche perpetua instaladas en sus ojos sin que estos sinvergüenzas y acólitos vean en peligro sus libertades.

Y podríamos hablar de otras y tantas empresas y de tantos seres embrutecidos, deshumanizados, corrompidos, esputos del capital que han sido ministros, secretarios de estado etc etc con el fin de enriquecerse, robar el bien común y cobrarse a precio de oro el trabajo hecho a favor de las clases hegemónicas.

Millones de españoles exiliados de este país porque no encuentran ninguna salida. La precarización en el trabajo generalizado. Trabajos de mierda como norma con sueldos de risa, de insulto, de atraco que no dan ni para malvivir o las personas que están expulsadas definitivamente de un mercado laboral esclavista.

Ningún miembro de la mafia gobernante y aspirantes a ello hablará de los que ya no están entre nosotros, de la decena de individuos que se quitan la vida diariamente en este país porque el crimen organizado estatista-capitalista les ha arrebatado los latidos del corazón. El poder es el que aprieta el gatillo.

Durante el año 2014 más de 961 personas sufrieron torturas mientras estaban secuestradas por policías, carceleros y otras miserias inhumanas del montón. La situación aún es más abyecta sabiendo como sabemos que en este estado “democrático” 50 personas murieron en el año citado mientras estaban bajo custodia de los perros armados; evidentemente, los medios de lobotomización mental no hablaron ni hablarán de ello.

Alfonso Fernández “Alfon” lleva ya seis meses en la cárcel detenido por luchar contra la estafa y el crimen que se está cometiendo contra la clase obrera. Detenido injustamente por tenencia de armas y pertenencia a grupos armados terroristas, de chiste vamos. Y todo ello sin pruebas cuando ha sido víctima de un teatro macabro judicial que lo ha llevado a prisión reo de un atropello y de un montaje policial. Incomunicación, palizas, humillaciones varias es lo que ha sufrido y sufre Alfonso. Un preso político más de los miles que hay encerrados en España. Un silencio obsceno, ignominioso del que no se habla porque es lo que interesa para que siga perpetuándose este sistema que enriquece a una minoría parasitaria y que explota y humilla a las clases populares. El veneno se dispara desde todos los organismos de comunicación masiva convertidos en auténticas plataformas de propaganda, sometimiento, dominación para drogar las mentes, travestir la realidad y, en definitiva, mantener controlada, enajenada y dócil a la mayoría de la población.

Que el miedo no nos venza porque nos convertirá en dóciles corderos dispuestos a ser trasquilados por la ideología dominante.