El circo macabro neoliberal continúa

El fascista corrupto de sede embargada, comisionista, antiobrero, aniquilador de todo derecho social habido y por haber, presidente honorífico del club de pelotas de goma y de sacar ojos a manifestantes, bate de béisbol en acción aporreando a familias para echarlas de sus viviendas, fiel servidor de los intereses de los privilegiados; el cada vez menos ¿o no? Artur Mas ya no volverá a ser presidente de la Generalitat que dejará su cargo a otro miembro del partido ultraliberal Convergència a un tal Puigdemont, elegido a dedo por el mesías; un alma gemela, una fotocopia del anterior. De esta manera los CDC, ERC y las CUP han llegado a un acuerdo de gobierno. De estos abrazos entre antisistemas y burgueses han llegado estos lodos. Innumerables asambleas de los anticapitalistas y antisistemas para elegir y apoyar al sistema y al capitalismo de la mano de un miembro de los Mas, los Pujol y compañía. Todo por la patria… catalana y de la lucha de clases pues ya hablaremos otro día.

Inmersos en un lodazal de saqueo a las clases populares, corrupción a espuertas, blanqueo de capitales… la burguesía catalana capitaneada políticamente por Mas, hijo político del clan mafioso Pujol, ha visto como los cuperos le han dado un balón de oxígeno. Mas desde la sombra ha impuesto a otro hombre de su confianza y de partido. Una Convergència que estaba resquebrajada ve como gracias a la “izquierda radial” podrá recomponerse y seguir en el poder. El parlamentarismo consigue lo que se propone, lo que una supuesta izquierda anticapitalista anteponga los intereses de clase a los intereses nacionales, y que esos mismos intereses nacionales estén dirigidos y orquestados por las clases dominantes del país. Se lo han dado servido en bandeja y con un lazo. Parece ser que los antisistemas ahora son meros instrumentos del capital y fieles servidores de la burguesía. Que teatros más malos y con finales previsibles hay que soportar.